jueves, 16 de octubre de 2008

Si... (Rudyard Kipling)

Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros
cuando otros la pierden y te cargan su culpa.
Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan,
pero aún así tomas en cuenta sus dudas.
Si puedes esperar sin que te canse la espera,
o soportar calumnias sin pagar con la misma moneda,
o ser odiado sin dar cabida al odio,
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad.
Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía.
Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta.
Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino
y tratas de igual manera a ambos impostores.
Si puedes tolerar que los bribones
tergiversen la verdad que has expresado
y que sea trampa de necios en boca de malvados,
o ver en ruinas la obra de tu vida,
y agacharte a forjarla con útiles mellados.
Si puedes hacer un montón con todas tus victorias.
Si puedes arrojarlas al capricho del azar,
y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos
sin que salga de tus labios una queja.
Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero
y resistir aunque tus fuerzas se vean menguadas
con la única ayuda de la voluntad que dice: “¡Adelante!”

Si ante la multitud das a la virtud abrigo.
Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez.
Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos.
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si puedes rellenar un implacable minuto
con sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la Tierra y sus codiciados frutos,
y, lo que es más, ¡serás un Hombre, hijo mío!
Rudyard Kipling

lunes, 18 de agosto de 2008

No te duermas... no te duermas

¿Que haceis ahora? Me refiero a que haceis con vuestra vida... ¿es lo que pensabas que ibas a estar haciendo hace 15 años? En mi caso, NO.

Con 14 años soñabas con viajar por el mundo, perderte en el vasto mundo. Conocer gente, surfear en playas desconocidas para los amigos, vivir alguna aventura, llorar desconsoladamente... sencillamente, vivir. Con 14 años no querías un coche de 50.000 euros, querias una vieja y destartalada furgoneta que te llevara por todo el mundo... No querías hipoteca, querias una tienda de campaña... No querías 15 días de vacaciones en agosto, querías disfrutar todo el año...

No te duermas, que divagas... no te duermas, porque soñarás otra vez con lo que quisiste ser, pero por miedo o cobardía no te atrevistes a intentar siquiera... ahora no tienes derecho a quejarte.

No te preocupes por el futuro, o preocupate lo que creas, porque sabes en el fondo que no sirve para nada. Lo peor que puede pasar vendrá un dia cualquiera, a una hora cualquiera, y de boca de un cualquiera... Las cosas importantes llegan así, sin preludios.

No te duermas, ahora no... relájate. Tomate un minuto para observar a los tuyos. ¿Has pensado en que cuando vuelvas a casa debieras hacerlo con una sonrisa en la cara? una inmensa sonrisa... ¿Nunca te has planteado que no sirve de nada discutir, que es mejor olvidar, perdonar, ser feliz...? A fin de cuentas, cuando te llegue el momento de abandonar este mundo, te llevaras pocas cosas, y entre ellas estarán tus recuerdos... No te cuesta nada hacer feliz a quien te llora, te anima, te besa, te apasiona... y siendo egoista, cuando te toque irte, te irás mejor... serás mas completo...

Ahora no debes dormir... aun no. ¿Por que discutes con tus padres? No es dificil sonreirles, darles la razón, calmarte durante 10 segundos, respirar hondo, volver a hablar con ellos. Cuando quieras entenderlos, será demasiado tarde...

¿Te has mirado al espejo? ¿Ese es tu aspecto, o el de un pirado que vive en no se sabe donde y cree que puede dictar cómo la gente como tú y como yo debe vestir...? Si es tu aspecto, enhorabuena. Si no... bienvenido al club.

¿Por que te da miedo abandonar tu hogar? Hay un mundo entero por descubrir... Si, lo sé. Te da miedo el no saber qué vas a encontrar, el no saber si pasarás frio o calor, hambre o dolor... Pero no te paras a pensar que realmente lo único que sentirás es que has vivido... y eso lo descubrirás el dia en que te toque irte... como a todos. ¿O acaso no sabes que morirás, igual que todas las personas con las que te cruces a lo largo de tu vida...

No te duermas. Aun no. Porque pasarás por las vidas de muchas personas. Y en tí está el pasar desapercibido, el ser recordado con odio... o el ser recordado con cariño. Como dice el refrán, hay muchas personas en el mundo, pero para una de ellas, tú eres su mundo... ¿no lo has pensado nunca? Espabila. Espabila.

Disfruta. Disfruta de tu cuerpo, de tus ideas, de tu voz. Observa el amanecer todos los días. Duerme mas tarde si te hace falta. Observa las estrellas toda la noche... luego vete de marcha. Hay tantas pequeñas cosas que pasan desapercibidas por tu vida, que el día en que te vayas, te darás cuenta de que es absurdo buscar la perfección: la perfección se encuentra en todas las cosas.¿Has pedido perdón? A alguien le has debido hacer algo que merezca su enojo... ¿por que no pruebas a disculparte? Esa carga se quedará aquí en ese día... se trata de llevarte lo bueno, dejar olvidado lo malo. Y las críticas que sufres, por favor, apartalas. No sirven para nada... bueno si, para engordar la maleta con cosas inservibles.

¿Has llorado de felicidad? Seguro que has llorado de pena, de rabia, de dolor... ¿y de felicidad? Si no lo has hecho aún, ya sabes, estás tardando...

Nunca dependas en exceso de nadie. No sabes cuando esa persona se va a ir, y el dia en que te deje a solas con tus pensamientos, te darás cuenta de que eras demasiado dependiente... Pero nunca seas demasiado independiente. No vivirás grandes aventuras tu solo. Las mejores son en compañía... generalmente de amigos...

Amigos... aceptalo. Vienen y van. Pero los verdaderos amigos son aquellos que no te llaman cuando no te hacen falta, pero que se encuentran a tu lado cuando te da miedo mirar hacia adelante, y te duele mirar hacia atrás... Son el mayor de los tesoros. Cuídalos, será de lo poco que se vaya contigo cuando te toque... porque cuando te mueras, te llevarás un trozo de cada uno de ellos...

Morir... aceptalo tambien. Algún día morirás, como todas las personas con que te cruces a lo largo de tu vida. Es de las pocas cosas irrefutables. Cuando lo hayas aceptado, verás con otros ojos el resto de tu vida.

¿Que mas te puedo decir? Relajate, canta, grita, ríe, salta, corre, vuela, nada, llora, baila... que cada cosa que hagas sea tan intensa como si fuera lo último que pudieras hacer.

Viaja. Conoce el mundo que nos han regalado. Y devuelvelo un poco mejor de lo que lo recibistes. Respeta a la madre tierra, porque es el legado que dejarás. Y de tí depende el que sea un buen legado, o una patraña... Vive en una gran ciudad, vive en la playa.

Pesca, caza, come, bebe, ama... todo merece la pena. Y perdona, perdona a quienes te hagan daño, a quienes te envidien, a quienes hablen mal de ti. Así les demostrarás cuanto por encima estarás...

Ama... comparte tu vida con alguien para quien tu seas su vida. Arrastra a tu media naranja al camino de la felicidad. Dile todos los dias de tu vida que la amas. Sonriele todos los amaneceres que vivais juntos. Acaricia su rostro al menos seis veces al día. Y dale un beso en la frente. Porque los besos dicen mucho: en los labios implican amor, pasión; en el rostro implican amistad... en la frente, protección. Porque lo mas importante es que tu media naranja se sienta totalmente protegida a tu lado... da igual si eres chico o chica... lo importante es amar.

Cásate. O no lo hagas. A fin de cuentas, a veces, algunos pensamos que eso no es mas que un mero trámite... porque cuando encuentras a tu media naranja, sabes que ya no hay mas, que has alcanzado la plenitud.

Llévate bien con tus hermanos. Son el único nexo de unión con tu infancia. Y a medida que pasen los años, la enemistad declarada cuando erais niños de apenas 5 años, se convierte en mera indiferencia a los 15, en amistad a los 25, y en hermandad a los 35...

Acepta algunas verdades irrefutables: todo lo que hagas no servirá para ir al cielo o al infierno. Pero sí que pueden contribuir a que a alguien le fabriques un paraiso en la tierra... o una pesadilla. Yo, por mi parte, me quedo con lo primero.

No creas en dios... cree en tí. Sólo tú serás quien marque tu destino, tu camino... serán tus amigos quienes te apoyen en los momentos malos, y quienes te jadeen en los buenos. Dios no es mas que una invención moral para no echarnos la culpa a nosotros mismos de las cosas malas que nos ocurren.

No compitas. La vida es una competición, es cierto, pero lo que muchos olvidan es que al final, lo que haces es competir contra ti mismo...

La vida es maravillosa, y nos esforzamos en perseguir un sueño, en lugar de vivirla. ¿es lo que te quieres llevar cuando te vayas? Yo en mi mochila llevaré mis mejores recuerdos. Y pienso dejar mis penas. Sólo sirven para que mi mochila pese más. No aportan nada.

Ahora si, puedes dormir. O tal vez prefieras contemplar las estrellas...

lunes, 14 de julio de 2008

El auténtico surfer

La próxima vez que vayas a la playa, recuerda esto y fijate bien. Verás a un tímido chico que se sienta aparte. No parece surfer, al menos no parece que le ha vomitado encima un camion de marcas surferas (Billabong, O´neill, Rip Curl, etc). Viste y calza normal. Se sienta aparte, sin mas compañia que su sombra. A diferencia de ese grupito de niñatos, surferillos de palo que se jactan de que hoy no hay tamaño para entrar al agua... justo al lado de un grupo de chicas. En fin, así es el mundo.
Ese chaval timido, aislado, demuestra interés. No pierde detalle de la sesión. Se fija en la gente que entra, en los que ya estan dentro y en los que salen. Presta atencion a ese par de surfers que comentan lo picada que esta la mar esta tarde, que cuesta el take off por culpa de esa brutal pantalla. Pero que mola... Suspira, sonrie y se alegra cuando ve a un jinete cabalgar una ola.No entiende apenas que es eso de reentry, take off, bottom... le suena el 360, el tubo y poco mas. Algunos jinetes negros lo ven como un chaval aislado, y se compadecen de el. "Que lastima que el chaval esté solo, podría estar con aquel grupito de surferillos de palo, al menos no estaría solo en la arena".
En casa, cuando vuelva, le echarán la bronca. Por llegar tarde, por llegar con los pantalones y los zapatos llenos de arena. Le dirán que se deje de tonterias y estudie cuando diga que quiere hacer surf. El padre, con suerte, no se reirá de él. Lo normal es que le diga que juegue al futbol, que es mas barato...Ese chaval se sentirá desubicado, aislado, incomprendido. Sentirá que la gente lo mira como si de un bicho raro se tratara. Pasará mil noches en vela soñando con convertirse en un jinete negro... en surcar las olas. Pasarán cien tardes antes de que tenga oportunidad de probar; mientras tanto, esas tardes las pasara en la orilla, sentado, haciendo suyos cada giro, cada remada, cada caida de un jinete de los que ahora están en el agua...
Llorará de rabia, temblará de ira, se enfadará y gritará. Le tacharán de loco, de imbecil, de inutil. Le dirán que es un deporte de tontos, que ni siquiera es un deporte. Que se quite los pajaritos de la cabeza...Comprará alguna revista de surf, o recogerá las que le den viejas, anticuadas. Dibujará en sus cuadernos viñetas de surf, se hará una carpeta con fotos de surfers y olas desconocidas, pero no se atreverá a llevar esa carpeta al colegio. Una vez lo intentó, y terminaron humillandolo.
Ira mil tardes a las tiendas de surf, a mirar los escaparates. A mirar las tablas, los trajes, las lycras. Cuando vaya con su familia de viaje, rogará ir a un sitio con playas, con olas.
Lo pasará mal, muy mal. Pero no me compadezco de ese chaval.
Porque mientras le toman el pelo, mientras la gente se mofa de él, nadie sabe lo que realmente hace: cada centimo que cae en sus manos, cada misera paga, cada euro que le dan va a una hucha. Algún dia podrá abrirla. Y orgulloso se irá a comprar esa vieja tabla amarillenta que hay en aquella tienda. Esa tabla que lleva visitando cada tarde al salir del colegio camino de casa, aunque la tienda esté en la direccion opuesta a casa, aunque llueva, haga frio o el calor lo sofoque.
Algun dia llegara a la tienda con una bolsa de plastico llena de monedas. Orgulloso y temeroso querrá comprar aquella vieja tabla amarillenta. El tendero sonreira, y le dirá con sinceridad: "Es vieja, pero buena. Con ella aprenderás". Orgulloso se irá a casa, y darán igual los gritos, las amenazas, los insultos... dará igual todo. El próximo dia de olas irá.
En su cara se reflejará el orgullo de una estirpe, de una raza claramente distinta al resto de la humanidad. Ese dia temblará, pero no de frio, el pulso le vacilará, pero no de temor... ese dia, al fin, descubrirá lo que en realidad ha pasado desde el primer dia que vio un jinete negro surcando una ola: que por muchas adversidades que se nos pongan, los jinetes negros nacemos con la primera ola. Por siempre, para siempre.
Compañero, no me compadezco de ti, te doy la bienvenida a tu tribu como un igual. A remar.

viernes, 13 de junio de 2008

Sensaciones

Una excepcional descripcion de lo que un surfer puede sentir... gracias forero Ghost surfer (www.todosurf.com)

Más allá de una ola se juntan el cielo y la tierra,
nada tiene importancia porque todo es infinito,
los segundos se vuelven eternos en la inmensidad...
Más allá de una ola el equilibrio es perfecto,
todo lo que llevas dentro está allí
y nadie puede tocarte porque eres completamente libre...

Más allá de una ola no hay nada más,
porque más allá de una ola acaba el mar y empiezas tú..."

domingo, 8 de junio de 2008

Por el bulevar de los sueños rotos

Como decia la cancion, por el bulevar de los sueños rotos pasan de largo los devotos... y en el bulevar de mis sueños rotos se ha perdido una dama de poncho rojo: mi pasión.

¿Dónde estás? A trescientos y pico kilómetros de mi. En la distancia, intentando convencerte de que es lo mejor para nosotros ahora, y yo tan cobarde como siempre, no me atrevo a decirte que lo único de lo que me arrepiento de todo lo que he hecho en esta vida es separarme de ti.

Porque en mi bulevar de los sueños rotos desconsolado quedo yo, no los devotos. Y ni Chavela Vargas ni Jose Alfredo se han quedado para contemplar mi miseria... tan solo mi Bilbo, y ni eso, en breve se quedará con mi pasión: lejos de mi.

¡Cómo cambia uno! Si hace tres años me conformaba con verte uno de cada dos fines de semana, hace dos años no me conformaba con menos de verte cada fin de semana. Y la época de exámenes era terrible. Pero habia un motivo para el sufrimiento. ¿Y ahora? Hace un año me conformaba con verte cada amanecer y cada anochecer. Porque nunca te distes cuenta de que me quedaba a leer hasta tarde tan solo para verte dormir a mi lado. Y tu nunca lo has sabido. Porque siempre me he empeñado en ser ese que pasará por tu vida en segundo lugar. Y el dia en que yo me haya ido de este mundo, cuando mires al horizonte y tus lágrimas bañen tus bellos ojos, te darás cuenta de que he estado en todos los momentos de tu vida, sin tomar protagonismo, sin hacer ruido, y descubrirás que habré pasado por tu vida sin hacer ruido, pero dejando una huella profunda en tí. Y cuando te dés cuenta en ese triste día en que jamás te podré volver a ver, tus castaños ojos bañados por tus lágrimas descubrirán la realidad, y aun con lágrimas, sonreirás.

Y cuando descubras eso, ése día lo recordarás para siempre, y a mi me llevarás siempre en tu corazón, por siempre jamás, y nadie más ocupará mi lugar en tu alma. Y te quedarás un trocito de mi hasta que la madre naturaleza decida que vuelvas a habitar con los ángeles que nunca debistes abandonar. Y entonces podré descansar, porque nadie más ocupará mi lugar. Reharás tu vida, volverás a reir, a sonreir, a ser feliz. Conocerás a otro hombre, quizás te enamore. Pero no ocupará mi lugar. Y por eso descansaré en paz.

Llorarás algún día mi pérdida, pero sonreiras cada vez que recuerdes cuántas tonterias he hecho en momentos malos por hacerte simplemente reir... Y entenderás que nunca quise ser bufón, pero toda mi vida me negué a que estuvieras triste, costase lo que costase. Y todo lo que he tenido en mi te lo he dado... y todo lo que he sido te lo he dado... y todo lo que soy es gracias a tí.

Porque por el bulevar de mis sueños rotos, vagas descalza. Y en aquel oscuro callejon, solo en el olvido, me encuentro yo, en las sombras. Como siempre. Contigo... y tan lejos de ti.

miércoles, 21 de mayo de 2008

A veces tengo miedo

A veces tengo miedo. Cuando remo y no avanzo, sino que las olas me empujan hacia las rocas. Cuando se me escapa la ultima burbuja de aire y aún no salgo del agua. Cuando siento una enorme vibración en la tabla y me voy al agua, y el mar me demuestra con mil volteretas que es mas fuerte que yo...

Cuando madrugo y me voy en busca del pico, sin saber si habrá o no ola alguna esperándome. Cuando un dia de intensa lluvia un rayo cae cerca mia. Cuando veo una enorme sombra bajo mi tabla a 100m de la orilla. Cuando voy en el coche y escucho un crack, y mi vista sube hacia el techo, queriendo ver a través del metal si mis tablas aún están en su sitio.

Cuando nadie me comprende, y piensan que soy un loco por entrar al agua en invierno. Cuando paso frio. Cuando siento espasmos y el agua fria se clava en mi carne como un millon de agujas. Cuando trago mas agua de la que puedo digerir.

Cuando veo una enorme pared de agua que quiere tragarme, y no me da tiempo a hacer nada por evitarlo. Cuando caigo mal sobre la tabla, y aun en el barullo del mar, escucho ese "crack"... ¿se habrá roto? Cuando remo hacia el pico y me encuentro de frente a un novato que no sabe girar, y se empeña en mostrarme el fondo de su tabla y sus quillas.

Cuando remo, remo, remo y no termino de alcanzar el pico, y el cansancio se apodera de mi. Cuando veo el mar plato...

Cuando mi novia me dice que escoja: surf o ella. Cuando en casa me tachan de loco. Cuando mis amigos me llaman loco el sabado por la noche porque quiero irme temprano para madrugar el domingo. Cuando planeo mis viajes en funcion del estado del mar... sin saber si me responderá.

Cuando he visto mi extracto bancario, tras haber comprado material nuevo. Cuando he visto romperse material y no he tenido dinero ni para repararlo.

A veces siento miedo. Si. Pero desaparece con la primera ola.

lunes, 5 de mayo de 2008

Mi primera tabla de surf

Hay demasiados imprevistos en la vida. Demasiadas variables que no tenemos en cuenta. Acabo de recordar lo que tuve que hacer para comprarme mi primera tabla de surf.

Por aquel entonces tenía 13 años, no habia surfeado en mi vida mas que una vez, una tabla Island Style verde chillón y amarillo fosforito, una de las tablas mas bonitas que he visto en mi vida, la verdad. Era de mi sobrino, que la partió a los 4 años de haberla "catado" yo... Lástima.

Recuerdo que era un domingo cualquiera de verano. De esos en los que las olas en Cádiz son gigantescamente... enanas. Apenas 50 cm. La tabla era gorda, de foam. Una 6.0, pero muuuy gorda. Conseguí ponerme en pie a la segunda. Supongo que marcó mi persona el hecho de haberlo conseguido tan "facilmente", aunque a decir verdad, hice un recto y no fui capaz de hacer una pantalla medio en condiciones. Simplemente me puse en pie y segui recto. Pero disfruté.

Salí del agua con una sonrisa en la cara. Cuando me preguntaron mis familiares que por que sonreia, dije: "Porque he hecho surf". Todos rieron. Pero en mi nacio una idea, una sensacion que se convirtió en necesidad: volver a sentir eso.

Lo primero: una tabla. Vale, sencillo: ¿Cuanto vale una tabla de surf? 60.000 pesetas. OK, tengo una paga de 500 pesetas a la semana, por 4 semanas al mes son 2.000 pesetas. En 10 meses son 20.000 pesetas. Regalos de cumpleaños y navidades, pongamos otras 10.000 pesetas... Joder, en dos años tengo tabla. Sólo dos años. A ahorrar como loco.

Recuerdo que era un chico que si no salia un sabado a dar una vuelta, no pasaba nada. Nunca he sido de salir obligatoriamente. Pero salia todos los viernes y los sabados, y las 200 pesetas "extras" que sacaba, hacian al año 2.400 pesetas, o sea 4.800 en dos años. O lo que es lo mismo, dos meses menos. Ya no son 24, sino 22. Bien.

El tio ese que traía huevos a casa (2 docenas que consumiamos en 15 días), venia siempre los jueves por la tarde. Yo tenia colegio esa tarde y la del martes. Pero a los 2 meses cambió, y de venir los jueves, comenzó a venir los miercoles. Y como a la hora a la que venia estaba yo solo en casa, me tocaba pagar las 500 pesetas de mis ahorros. Eso si, mi madre me las devolvía en cuanto llegaba a casa. Me encargaba yo de salir corriendo a decirle que habia venido el de los huevos... Y desde el primer día me enseñó el trabajo de un banquero: los intereses. Si yo pongo 500 pesetas para comprar huevos para la familia, es lógico que luego me devuelvan 550 pesetas, por las "molestias" (si, menudo tipo de interés se autoimpuso mi madre). Genial, son 100 pesetas mas al mes, 2.400 en dos años. O lo que es lo mismo... 1 mes menos... 21 meses. Esto marcha.

Llegaron las navidades, y con ellas los aguinaldos. Tras las navidades, mi cumpleaños, con el correspondiente "sobrecito". Todo, absolutamente todo iba a la hucha de latón. Y poco a poco engordaba... Llegó el verano, casi un año desde que empecé mi singular "plan de pensiones". Según mis cuentas, tenía ya 28.700 pesetas aproximadamente. Casi... casi tenía la mitad de la tabla.

Una mañana, mi madre entró en la habitacion, vio la hucha, la enorme hucha de latón, y me hizo una proposicion: abríamos la hucha, y si tenía el dinero suficiente para la tabla, el lunes iriamos a por la tabla. Si faltaba dinero, ella ponia lo que faltaba, y si sobraba, ella se lo quedaba. A mi me desconcertó eso. Ella tenia que saber que me faltaba dinero: a diario le decia lo que llevaba ahorrado. Ese verano me "envicié" en las máquinas recreativas... todos los días pedía 25 pesetas para echar en las maquinas, dinero que se iba directamente a la cartera, porque en 4 días tenia 100 pelas para echar en la hucha...

La proposicion me pilló desconcertado, pero era genial. Un año, un año nada mas. Tendría mi tabla el lunes (era sabado por la tarde). Dios, 14 años y medio y podria tener la tabla, un año antes de lo planeado... pero algo no cuadraba. Si sabia lo que llevaba ahorrado (mas o menos, los numeros no eran mi fuerte), sabia que aun me faltaba dinero. Eso me dejó mosca. Pero aun así, algo dentro de mi dijo que daba igual, que al fin tendría la tabla pasado mañana. Asi que con una sonrisa nerviosa en la boca dije: ¡¡Si, voy a por el abrelatas!!

Me dijo que entonces decidido. Si faltaba dinero, ella lo ponia; si sobraba, ella se quedaba la diferencia. Abrimos la hucha y nos pusimos a contar. Estuvimos casi una hora, porque los nervios me traicionaban y me confundia. No me di cuenta hasta casi el final de que habia muchos billetes de 1.000 y de 2.000 pesetas. Tras un buen rato contando, sin confundirme, consegui la cifra: 88.000 pesetas en un año. Imposible. No podia ser. Ahí descubrí que habia demasiados billetes, cuando en mis cuentas (en un cuaderno tenia apuntado lo que metia cada dia) no aparecian mas que 4 ó 5 billetes de 1.000 pesetas.

Mi madre, al ver mi cara, se echó a reir y me dijo: "Mira por donde, voy a ganar dinero con este trato tuyo". Me enfadé, porque me habia tomado el pelo. Sabia que habia mas dinero en la hucha, y que iba a salir ganando. Pero por otro lado, un año antes tendría mi tabla.

El lunes siguiente fuimos a la tienda, la compramos. Preciosa, la mas bonita del mundo: blanca, con un dibujo en la parte de abajo en negro, sin mas colores. Epoxy, acababa de salir, pesaba poco, era fina y muuuy resistente. Segun el vendedor, no le saldrian abolladuras de las rodillas. Tras mucho discutir con el chaval, mi madre consiguió que me regalaran la funda y un invento. El miercoles me llevaron a El palmar a estrenarla. Nunca habia disfrutado tanto en el agua. Entré a las 11 de la mañana, a las 3 a regañadientes salí para comer algo y volver al agua a las 4. A las 7 me hicieron salir para volver a casa. Esa noche soñé con el surf, pero no como hasta entonces, sino que soñé con lo que habia vivido, con lo que habia disfrutado. Y no me importó que mi madre ganara con el trato 28.000 pesetas. No me importó lo mas minimo.

Desde entonces, mi vida cambió. Cada vez iba mas y mas a surfear. Cada vez aprendia algo mas. Miraba mucho y preguntaba bastante. No desfallecia e intentaba corregir mis fallos.

Así entró en mi vida el surf. Y no me arrepiento lo más minimo. Ni por ese año entero ahorrando, ni por haber esperado tanto tiempo en lugar de pedir la tabla hasta que me la compraran. Ni por aquellas 28.000 pesetas que "ganó" mi madre con el trato.

Con el tiempo, llegó el traje. Precisamente esas mismas navidades, porque quería entrar al agua en pleno mes de enero en bañador, porque las olas eran gigantescas. Y yo queria surfear. Ésta vez el traje vino por navidades (en casa siempre se dieron los regalos el 24, para disfrutarlos mas tiempo de vacaciones). Por cierto, el traje lo pagó mi madre, y costó 29.000 pesetas.

Ahora mismo, mientras escribo esto, quiero aprovechar para darte las gracias mamá. Siempre has estado en la sombra, velando por mí. Sé que donde estás sabes que te echo de menos, que las lágrimas que se están derramando ahora mismo son de paz. Sé que no me has dejado en estos 11 años... como nunca lo hicistes en vida. Gracias. Te quiero.

Buenas noches. Esta noche no soñaré con el surf, sino contigo. Volveré a ser ese niño pequeño que tantos quebraderos de cabeza te dió. Te quiero.

Hoy he soñado

Amanece, que no es poco. El reloj maldito me devuelve a la vida, a la rutina. Anoche me acosté sin saber qué iba a soñar. Estaba cansado y no sabía en qué rio me perderían mis ensoñaciones. Y eso me hace sentirme feliz.
Hay mas mundos aparte del que vivimos, del que nos toca soportar. Y en mis ensoñaciones he conocido mil mundos, un millon de civilizaciones. Como decía el anuncio, he viajado hasta la tercera estrella de Orión, dormido en la primera luna de Saturno, he compartido lembas con los elfos de Lórien, temblado al ver al temible Balrog, y acompañado a Gandalf en su caida hacia el abismo, y he conversado con el moribundo Gandalf el gris, y visto nacer mil noches al poderoso blanco. He remado junto al capitán Acab en busca de la escurridiza Moby Dick, y he nadado junto a la blanca sombra jugando con los sentimientos de un viejo marinero obsesionado con darle caza.
He despegado mil veces con Jack Ryan, desmantelando conspiraciones contra Estados Unidos, me he colado cien noches en el Octubre Rojo, y navegado por el profundo mar con Marko Raimius. He visto nacer a John Terrence Kelly, y he vivido su muerte y el renacimiento del señor Clark. Fowler, Moore, Ritter... son agua pasada.
He conocido la identidad secreta de Clark Kent, Peter Parker y Bruce Wayne. Y he cenado en la casa de Tony Stark. Y he calmado en noches mas largas de lo esperado a mi amigo Jason Bourne.
Me he tomado varios martini con vodka agitados, no batidos junto con mi compañero de estudios James. He esquiado con él en los Alpes, donde murieron sus padres; he conducido su DB5, y el Vanquish. El Z8 se destruyó antes de que lo probara... igual que otros tantos. Abandoné el ejercito el día en que fue ascendido a comandante.
He vivido una larga temporada en Macondo, junto con mis amigos los Buendía. Y antes de endurecerme mas de la cuenta, me volví a trasladar, esta vez a la inhóspita Narnia. El frío me pudo, y volví a mudarme. Ahora no se exactamente dónde estoy.
He volado con capa roja, detenido las balas con solo mi pensamiento tras haber tomado la pildora roja. He dado la vuelta al mundo en nada mas que 79 días. Y muerto mil veces en las cruzadas.
He vivido en el antiguo Egipto con mi amigo Isaac como vecino. Y despertado la cólera de los dioses del Olimpo. En Roma, conquisté junto a Julio las galias, y ví cómo Marco Aurelio se esforzó por doblegar a los germanos... y qué razon tenía: al final éllos nos doblegaron.
He visto nacer mil historias, navegado en mil barcos, dormido a la intemperie, curtido mi piel al sol, sufrido el frío, la sed y la agonía. Millones de balas han silbado rozando mi cabeza, y ocho veces detuve el contador de una bomba a 4 segundos de la explosión. Una vez explotó, pero no recuerdo mas que ese fogonazo de luz.
Pero sobre todo, mis sueños me han llevado a un lugar, repetidamente, tantas veces que ya no recuerdo el numero, tantas veces que conozco ese lugar como la palma de mi mano. He surcado las orillas de mi playa, recorrido las olas con la mirada. He nadado mil veces hasta el arrecife, buceado un rato, pescado. Pero jamás he surfeado. Es la playa de mi memoria, de mi imaginacion. A ésa le guardo otro destino.

martes, 29 de abril de 2008

¿Que es un surfer? ¿y quien es surfer?

¿Qué es un surfer? ¿Quién es surfer? ¿Por qué? ¿Qué te hace ser mejor surfer? La verdad, no lo se, ni pretendo saberlo. Tampoco quiero decir a nadie lo que es un surfer, ni sentar un precedente. El surf para mi es algo mas que un simple deporte. Es una forma de vida (no una religión). Precisamente por eso, muchas reflexiones, muchas ideas, muchos sueños y muchas desilusiones de mi vida tienen como nexo de unión el surf. Y precisamente por eso quiero plasmar mis sentimientos, mis sensaciones... en mi cuaderno de un surfer, en mi mentalidad divergente.

Historia de una sesión

Te levantas temprano, cuando aún ni el sol ha salido por el este. Hace frío, te apetece quedarte en la cama, pero algo te dice que te pongas en pie, que merece la pena el esfuerzo. Recoges las bolsas, todo esta dentro desde anoche, esperando que llegara este momento. Los nervios tambien han despertado del sueño... ¿habrá olas? ¿cómo se dará la sesión? ¿merecerá la pena el madrugón que te estas dando? Mil dudas atacan tu mente mientras te tomas un café caliente, necesitas despejarte y algo caliente para tu cuerpo.
Bajas al garaje, metes todo en el coche, aseguras las cintas de la baca... ay... si algun dia se cae esta vieja tabla, con ella se partiria tu alma. Tantas veces has entrado en la tienda del barrio, tantas veces has visto nuevas tablas... la verdad es que no te va tan mal, podrías comprarte una nueva. ¡Pero no! Tu vieja tabla y tu habeis vivido demasiadas experiencias. Sería un delito deshacerte de ella. Con el aliento gélido, y con cara aun adormilada, te montas y arrancas. Enciendes las luces, porque aun no hay suficiente claridad... El camino es rapido, quizás sean los nervios... da igual que lleves 10 años haciendo esto, cada dia, cada vez que vas en busca de las olas, tiemblas de emocion, no de miedo... eso ya pasó. A decir verdad, han pasado demasiadas cosas... y tu tabla es testigo de ellas: sus golpes reparados, su característico color amarillento (y eso que en la tienda te dijeron que no se pondria amarilla... ¿recuerdas aquella conversacion hace tantos años?...). Si que has vivido muchas aventuras, y todas con tu compañera. A veces has pensado que merece ir dentro del coche, no en la baca... si es como de la familia, joder.
Llegas al destino. la playa está muerta, no hay nada ni nadie allí. Ves en el aparcamiento un par de furgonetas, parece que dentro están durmiendo, junto a las tablas... Esa si que es vida, ¿no? Lástima que tu no puedas, que haya otras obligaciones que te impidan llevar esa vida... ¿Recuerdas cuando comenzaste? Tu sueño era algún dia buscar una furgoneta y vivir un surfari los 365 dias del año, sin mas preocupaciones que encontrar la ola perfecta, esa ola que en algún lugar espera impaciente a que tú, solo tú, la descubras... Pero has cambiado, ¿o quizás has envejecido? Da igual que tan solo tengas veintitantos... tu alma se esta consumiendo... estás madurando... joder, si hasta te dicen que parece que estas sentando la cabeza. ¿Quien te lo iba a decir? A ti, que incluso faltabas a clase para irte a la playa con los amigos cuando habían olas... Cúantas excusas tontas le pusiste a tus padres cuando te veían aparecer a media mañana, diciendo que si habia huelga, que si una excursión... mil excusas para irte a la playa. En fin, dejas de recordar, y miras por primera vez hacia la orilla...
¡Hay olas! Esa sensacion es maravillosa, cura los dolores del cuerpo, y tambien los del espiritu. Rejuvenece tu alma, hace que vibres con el sonido de la espuma al romper en la orilla. Te pones el neopreno con la respiracion entrecortada... hace frio... Joder, si que hace frio. Coges las cosas y las guardas en el coche, cierras, te guardas la llave en el traje y bajas a la arena... Mira, está empezando a amanecer... Que bello... si ella algún dia decidiera venir a ver esto... Merece la pena madrugar solo por ver este amanecer.
Y si ella, que ahora mismo está durmiendo en la cama, con el pelo revuelto, más bella si cabe que cuando se arregla para salir, si ella quisiera un dia venir a ver este amanecer contigo, seguro que se enamoraba del surf, como te pasó a tí. Se dibuja una sonrisa en tu boca, una leve sonrisa, al recordar su imagen durmiendo arropada, al recordar su gemido al moverte para levantarte. Definitivamente estás sentando la cabeza. Entras al agua, y por primera vez se rompe la magia... joder, que fria está. A esto no hay quien se acostumbre... ¿Para qué habré venido, con lo bien que estaba en la cama, calentito, acompañado? Si es que hace friooo. Empiezas a remar, hasta llegar al pico... Una vez allí te sientas, contemplas el amanecer... Si, definitivamente, esto es vida, aunque tu cuerpo diga que se está helando. Miras al fondo, y la ves venir, majestuosa, radiante, orgullosa... la primera ola.
Remas, te colocas en el sitio justo, no hay que estar vigilando que alguien se te cruce... estas solo en el agua. Ahora si, remas con ganas, ignorando el dolor de las manos... Va, va, va... te pones de pie. Si señor, buena bajada, limpia, sin brusquedades, como se hacía antes. Es tuya... sin duda. Llega el momento de disfrutarla, no te dedicas a hacer contorsionismo con el cuerpo, nada que no sea surcarla... disfrutar de la vida... Asi estas un buen rato, casi una hora. El sol ya ha salido, las gaviotas se posan en la arena húmeda, y a ti te invade una sensacion de plenitud... Pero el mundo esta comenzando a despertar... alguien pasea por la playa, empieza a haber movimiento de coches en la carretera. Sales del agua, casi a hurtadillas... Te cambias, metes todo en el coche y desapareces antes de que esos que duermen en la furgoneta salgan... Creeran que son los primeros en entrar ese dia... pero la sensacion que te invade a ti dice lo contrario: la playa se te ha entregado virgen ese dia... solo a ti, a nadie mas... ¿El resto? Vuelves a casa, con los sentimientos encontrados... felicidad por un lado, tristeza por el otro... Has disfrutado tanto o mas que aquella primera vez, te sientes afortunado por lo que has vivido esta mañana. La pregunta que te ataca, que te asola...
¿Cuando volverás a sentirte vivo? Sin duda, conoces la respuesta, lo sabes bien, llevas muchos años respondiendote tu mismo... ¿cuando volverás a sentirte vivo? Con el proximo amanecer.

La búsqueda (The search)

Aburrido pensando en que mañana a las 7 comienza un nuevo día para mí, con la rutina de todos los días, igual que el lunes, el martes, el miércoles, el jueves... Solo los fines de semana son distintos, y simplemente porque me niego a pensar en el trabajo, en lo que dejé sin hacer el viernes, ni en lo que me espera el lunes a primera hora...
Todos los días igual, así día tras día, hasta llegar a la semana, semana tras semana, hasta llegar al mes. ¿Que me aporta el trabajo? Indudablemente satisfacción personal, algo de dinero (nunca es suficiente... los precios están por las nubes) y la sensación de autosuficiencia. ¿Era esta la vida que quería llevar? ¿Era este mi futuro soñado? Rotundamente: NO.
Hace mucho tiempo, cuando aún podía permitirme el lujo de soñar despierto, me aislaba de la realidad en clase de física y química (a la postre no me ha servido de nada aprender a formular) y pensaba, soñaba, con viajar por el mundo, conocer lugares, gentes, tradiciones... y spots. El video promocional de Rip Curl me caló hondo... "The search"... ¿pero qué quería buscar yo? ¿que anhelaba encontrar? Cambiaría mi vida actual por vivir la experiencia de viajar en busca de olas, por conocer rompientes de coral, de roca volcánica, o simplemente de arena blanca e inmaculada... Llegar a un pueblo con la mochila y la tabla en la funda, despertar cada amanecer en la playa, junto a mi tabla, frente a un pico imponente, bello y aterrador.
Cuando aun podía soñar (ya lo he dicho con anterioridad), mi deseo era conseguir una furgoneta y viajar, viajar en busca de las olas. ¿Y que me queda? ¿que deseaba yo? ¿que necesitaba? Cada amanecer que he entrado desde entonces al mar, cada vez que me he puesto el neopreno y calzado los escarpines, me he hecho a mi mismo esa pregunta... y aun no le encuentro respuesta. Soy diferente a los demás, a veces incomprendido, a veces rarito, simplemente porque cuando otros sienten que el frio les cala los huesos, yo me atrevo a enfundarme en un traje de goma y meterme al agua, porque deseo con todas mis ganas que el mar se revuelva furioso, lo contrario de lo que desean los pescadores de mi pueblo, de mi tierra...
¿Pero que es eso que yo busco y no encuentro? ¿Hay algo que me incite a entrar una vez y otra más al agua, en busca de mis límites, tanto físicos como emocionales? ¿Que me llama tanto la atención como para pillar un resfriado, como para arriesgar mi vida? ¿Que anda mal en mi cabeza para sentir la fascinación que siento por este modo de vida? Como todas las noches, me voy a la cama con mil preguntas en mi mente, agolpándose esperando la ansiada respuesta... lo malo es que llevo ya 12 años sin encontrar esas respuestas... ¿o quizás si?
A veces, un hilo de luz atraviesa las tinieblas de mis dudas, y me deja claro el porqué de todo lo que hago, el porqué de mi necesidad... ¿que busco en cada sesión? ¿que he perdido y necesito encontrar...? Resulta tan evidente que da risa pensar en la respuesta... ME BUSCO A MI MISMO, NECESITO ENCONTRARME EN LA ROMPIENTE, EN EL MAR.
Es cierto que en nuestra composicion predomina el agua... el agua salada...

Una última ola

Hace frío. Es normal en esta época del año. Son apenas las seis de la tarde, y poco a poco la luz va extinguiéndose. Tengo las manos heladas... nota mental: manoplas para mañana. Hace dos minutos, los dos novatos han salido del agua. Uno lleva una cara de felicidad que no se merece: el primer bottom en condiciones. El otro empieza a desesperar... no importa, pronto aprenderá a no intentar coger todas las olas, y esperar solo las que le interesen. Asi es como los demás no nos cansamos tanto como el, que parece un yo-yo... arriba, abajo, arriba, abajo...
A mi lado, mi colega de toda la vida: mi sobrino. Tiene 3 años menos que yo, y nos hemos criado juntos, casi como hermanos, aunque curiosamente, en lugar de llamarme hermano, me sigue llamando "tito". Menudas caras las de aquellos dos novatos... ¿tito? Pues si, y a mucha honra. Este si que está helado... cada vez le cuesta mas remar al pico... si es que estoy harto de decírselo: coño, ¿pa que fumas?. A ver si me hace caso.
En la orilla, con cara de pena, otro sobrino. La madre no lo deja entrar tan tarde, ni en esta época. Normal, tiene 11 años. Pero empieza a despuntar. El tío es una maquina sobre el corcho... y sobre mi tabla. Este bollo dice que aun le queda por aprender. Aunque no importa: su cara de felicidad compensó el rodillazo de la tabla. Es mi ahijado, normal que lo mime.
Tres generaciones (más bien dos) en el agua. Un tío y sus dos sobrinos, porque el que esta en la orilla, con cara de pena, sueña que esta aquí mismo, con nosotros, las manos heladas... joder, con el viento de las narices. Va a ser un gran surfer. Tiene aptitudes, y una facilidad para ponerse en pie que no había visto nunca. Encima nada como nadie. Y si le añades que dos tíos de 1.80 y 90 kilos están pendientes de lo que hace y de lo que le rodea... normal que se sienta el rey de la playa. El grito de mi sobrino al novato cuando iba a por el peque denotó quien manda en el pico: la familia... esto es como la mafia, pero sin violencia.
Miro a mi sobrino. Se hace mayor... se hace un hombre. Tiene trabajo, ya no estudia. Esta pensando en comprarse un piso, aunque ya me ha dicho dos o tres veces que me lo compra a mi, a precio de colega, guiño de ojos incluido... A ver si encuentro un buen solar aquí, hacemos unos pisos y que se quede uno. Se lo merece.
Recuerdo cuando aprendimos, los dos a la par. Con dos tablas de corcho blanco, que nos dejaban el pecho como un cristo. Luego vino el paipo de colores... las tablas, los bodyboards... es tanto por lo que hemos pasado juntos. Me cae genial. Es un buen amigo.
A mi otro lado, un amigo, no familia, pero como si lo fuera. Lo miro y me sonríe. Le sonrió y le digo que tiene mala cara. "Los años no pasan en balde", me dice... ¡Que cabron! Tiene un año menos que yo. Soy el mas viejo del pico. Al fondo, ese círculo enigmático anaranjado se va introduciendo en el horizonte, quizás para llevarles olas a otros como nosotros en otro lugar, en otro mundo. Somos tantos los que compartimos este sentimiento, y tanto nos cuesta ser todos amigos... Maldita sea nuestra estampa. Somos demasiado individuales. Empezando por mí: Surfer solitario... me gusta estar solo en el agua. Aunque hoy disfruto de la compañía de unos amigos, de gente que es mi familia, da igual que compartamos o no la misma sangre... somos familia.
El sol se esta poniendo, dejando que vuelva a reinar la oscuridad lo que queda de día. Mañana, a eso de las 7, comenzará otra batalla: el sol ganara entonces. En el horizonte no se ven olas... ¿Que hacemos aquí? Sencillo, disfrutar del momento. Incluso pienso que una ola estropearía el momento, que le quitaría la magia a este instante. Es mas, estoy convencido de que si en estos momentos llega una ola, me negaría a remarla, me quedaría sentado en la tabla, y esperaría a que oscureciera del todo. Tan mágico es este momento. Si una ola viniera... como esa que se esta levantando, me negaría a intentar cogerla... dejaría que los otros la disfrutaran. Yo disfrutaría viéndolos a ellos, y con el atardecer tan bello. A fin de cuenta, además de surfer, soy persona... Miro a mi sobrino y a mi amigo, se preparan para remar. Yo sigo en la tabla sentado. ¿Acaso no comprenden la espiritualidad del momento como yo la comprendo? ¿O es que solo se preocupan de coger olas? Mi sobrino rema ya con fuerza... Mi amigo se prepara para levantarse... y de repente descubro mi propia voz diciendo: "¡¡Miaaa!!", veo a mis pies en la tabla, mi cuerpo flexionado, los brazos manteniendo el equilibrio... miro atrás y veo al sol guiñarme mientras se va...
Hasta mañana amigo, la noche ha triunfado... igual que las ganas de surfear. Hasta mañana.

Carta de (des)amor


Contigo aprendí; contigo sentí por primera vez lo que es vivir; contigo descubrí el primer amor, que la vida es bella si sabes donde buscar; contigo descubrí lo que es amar.
Y tú, me lo pagas engañándome con otro. Te vas de mi vida como si tal cosa. El vil dinero hace cosas impensables en las personas... y yo sufriré el resto de mi vida tu marcha. Te vas, y no me dices adiós, ni me das un último beso, ni me miras a los ojos...
Te vas, y yo que he sentido en mí la llama del amor, que he vivido largos atardeceres a tu lado, que he visto ponerse el sol mil veces... y diez mil veces lo he visto nacer... y siempre junto a tí. Yo, que he soñado contigo, que he pensado en tí, que he tenido sueños húmedos contigo de protagonista... y que he vivido miles de momentos húmedos contigo. De nada sirve lo que hemos pasado juntos... te vas, y no me dices adiós.
Yo, que he sufrido en mis carnes tus heridas, que el sol ha quemado mi piel por estar contigo. Mis manos han sufrido cortes, mis pies, miles de derrotas. He caido mil veces, y mil veces he vuelto a levantarme. He hablado de tí, he pensado en tí, he soñado contigo, con tus curvas; he suspirado por tí, he llorado cuando te has hecho daño, he vivido la frustración a tu lado, y el gozo de vivir.
He sentido mil besos en mi, y también la sal en tu ser. He abrazado la noche contigo a mi lado; he dormido bajo tu mirada, he compartido cama contigo, coche, tienda de camping. Te he dado mi toalla para que te cubrieras del sol; te he limpiado la nariz de arena, te he idolatrado como a una diosa... y me lo pagas así.
Te vas, te vas con otro; y me dejas solo, llorando desgarrado. Te vas, y dejas que él te suba al coche como si nada, ni siquiera miras atrás... me dejas sin decir "adiós", sin mirarme... Me abandonas a mi suerte, herido de amor, consciente de que esta herida no cicatrizará jamás... y ni siquiera me dices "adiós". Y aun así, a mi tan solo se me ocurre amarte...
(Carta de despedida de un surfer a su tabla).

La filosofía de la vida...

Es tarde, pero el cansancio aún no te vence. En las turbulentas aguas de la vigilia esperas esa ondulación que te devuelva a la orilla. Mas miras a tu alrededor y sólo ves el horizonte por doquier… ¿Estas perdido? El sol ya no calienta tus extremidades, reflejando de forma molesta su claridad en la superficie cristalina del agua. Pero no transmite calor. Y eso que estamos en verano.

A veces piensas que la vida es como una sesión de surf: pasas mucho tiempo esperando la ola perfecta, y mientras tanto pierdes buenas olas. Léase oportunidades.

Aún recuerdas cuando entrabas al agua con apenas medio metro, y ese día se convertía en “la sesión”. Daba igual si cogías diez olas que diez mil. Simplemente disfrutabas con cada caída, volada, despegue… cada remada era la última remada, en la que se mezcla la vida y la muerte… o llegas o mueres.

Con el tiempo, vas dejando pasar las olas pequeñas, o las mal formadas (curioso argumento… una ola “mal formada”); tan solo importan las grandes, las que tienen tubo, o una pantalla perfecta. Buscas solo las de izquierdas, o las de derechas… evitas las que parten en barra… te obsesionas con encontrar la perfección en la ola, la perfección de la ola…

Vas progresando. Cada día lo haces un poco mejor. Y de repente, un buen día, estas en el agua; llevas mas de una hora metido, y apenas has cogido un puñado de olas que puedes contar con los dedos de una mano. La búsqueda de la perfección… esa locura te hace olvidar lo importante. Y precisamente uno como tú, como tú hace tanto tiempo, uno que ahora esta aprendiendo, te devuelve a la realidad: porque mientras esperas esa ola perfecta, la que va a dar sentido a este baño, oyes una y otra vez voces de júbilo en la orilla. De repente te giras molesto, miras y ves a alguien que esta aprendiendo. Te recuerda a alguien, pero no terminas de recordarlo. Miras al horizonte y ves otra ola irregular, otra mala ola. La dejas pasar, pero miras a la orilla. Y ése que está aprendiendo, rema como si la vida le fuera en ello. Rema, rema, rema… hasta que consigue coger la ola que has despreciado… y ves, más bien oyes, su júbilo por poder surfear otra ola, otra ola “perfecta”. Y desgraciadamente, asi descubres tu error… no hay una ola perfecta… TODAS SON PERFECTAS.

La siguiente la remas como si la vida te fuera en ello, en realidad es así. Y al ponerte en pié, descubres que eres de nuevo aquel jovencito que estaba aprendiendo, y vuelves a disfrutar con cada ola, sin importar su tamaño, tubo o dirección; sin importar si el viento la afea o simplemente la decora… una ola es una ola, y tu tienes que surfearla.

Vuelves a la vida, y todo gracias al novato que, aunque no lo creyeras esta misma mañana, hoy te ha enseñado… felicidades.

Album de paisajes

miércoles, 23 de abril de 2008

Cansancio

Estoy cansado. El frio contrae mis músculos, haciendome sentir un millón de agujas clavarse en mi piel en cada movimiento. Contraigo el rostro por el dolor, pero sigo adelante.
Estoy cansado. Miro al horizonte y no veo nada. Remo. Y en cada brazada pierdo un poco de fuerzas, y con cada brazada emito un leve quejido. Estoy tan cansado... Mis brazos se niegan a continuar. Mi alma me incita a continuar. Mi mente me impide parar... será el instinto de supervivencia.
Alzo el rostro y sólo veo la linea del horizonte. Nada mas. La desesperación comienza a ganar la batalla. Una voz, una terrible voz resuena en mi cabeza: "Déjalo, párate y descansa, lo necesitas"... Pero mis músculos, no se si por el cansancio o por tozudez, se niegan a parar. O simplemente porque la inercia les impide hacer otra cosa. El silencio se adueña de mi, me rodea. Dejo de escuchar el sonido del mar bravo, de las gaviotas... los brazos flaquean, el pecho se hincha y los pulmones se abren todo lo que pueden. Y no entra aire. Ni agua salada.
Estoy cansado, y la amargura de la derrota se dibuja en mi cara. No puedo mas, no puedo mas. Las agujas atraviesan mil veces mis músculos, sin remedio, sin solucion. Mi mente, mas fuerte que yo, se rinde, claudica y dice ¡Basta!. Pero mi cuerpo, tozudo, burro, obsesionado, dice que no, que no se para. Si el cerebro quiere parar, que se aparte, porque el cuerpo no abandona. Nos va en ello la vida. El orgullo.
Estoy cansado, y esa pared de 3 metros que se acerca a 27 km/h hacia mi no es una visión agradable. Mi cerebro emite la señal de alarma: ¡¡Estamos en peligro!!. El cuerpo, preparado y curtido en mil experiencias similares responde, tal y como le he enseñado todos estos años: "No hay problema, aprieta los dientes y rema mas fuerte. Rema... rema... ¡¡rema!!". Los brazos cansados hacen caso, y el cerebro que queja del dolor que percibe en los miembros... pero le ordena a los pulmones que aspiren con ganas... y los pulmones, encharcados de agua, salitre, sangre... se hinchan. Respiro. Respiro hondo, mientras mis brazos no dejan de remar.
Se hace la luz, justo a 7 metros de esa enorme pared de 3 metros de altura, esa mole de agua que viene dispuesta a tragarme. El cerebro, en un último intento, poniendo toda la carne en el asador, decide dar una última orden. No se si saldrá bien, o mal, pero es nuestra única esperanza... nuestra última esperanza: "Las piernas, que se muevan como alma que lleva el diablo, a ritmo con los brazos". Las piernas, inertes por el frío, la posicion y el cansancio, hacen un amago de arranque... no lo consiguen. El cerebro se desmorona, pero los brazos no paran de remar, remar, remar... Los dientes prietos, los brazos tensos, el cuello de una pieza, los pulmones abiertos. Esa precisa maquinaria funciona a duras penas, pero funciona. De repente, las piernas... sí, comienzan a moverse, a patalear. Y la velocidad que llevo contra la pared que me va a sepultar en toneladas de agua se incrementa ligeramente. Un poco mas, solo un poco...
Ahora el cerebro es quien alienta al cuerpo entero. Hace tiempo que los brazos no se quejan, los pulmones no se cierran, el cuello no se relaja... Y la velocidad aumenta.Llego justo a tiempo, los brazos se paran, las piernas se detienen, los pulmones se cierran. Se acabó. Es el fin. Tanta lucha para esto, tanto sufrimiento...
Los brazos se tensan, agarran la tabla y la hunden. Los pulmones se niegan a abrirse. Las piernas empujan hacia abajo. El cerebro manda cerrar la boca, haciendo desaparecer la mueca de dolor... Me sumerjo en las frias aguas, pensando que jamás volveré a salir de ellas. Dandolo todo por perdido... Y se hace la luz.
Enhorabuena, de nuevo has remontado el pico.

¿Cansado del trabajo?

Si es usted una persona que a menudo se siente cansada o con flojera, es bueno que recuerde los apuntes del escritor británico George Bernard Shaw, que dicen:
El año tiene 365 días de 24 horas, de los cuales 12 están dedicadas a la noche y hacen un total de 182 días, por lo tanto, sólo quedan 183 días hábiles.
A esto hay que quitarle 52 domingos; quedan 131 días, menos 52 sábados queda un total de 79 días de trabajo.
Pero hay 4 horas dedicadas a las comidas, sumando 60 días, lo que quiere decir que quedan 19 días dedicados al trabajo.
Y como usted goza de 15 días de vacaciones, sólo le quedan 4 días para trabajar, menos aproximadamente 3 días de permiso que usted utiliza por estar enfermo o para hacer diligencias, sólo le queda UN DÍA para trabajar; pero ese día es precisamente el 'Día del Trabajo', que es festivo y por lo tanto no se trabaja.
ENTONCES... ¿DE QUE CARAJO SE SIENTE USTED CANSADO?

martes, 22 de abril de 2008

Conversaciones (antes y después del matrimonio)

ANTES DEL MATRIMONIO...

EL: ¡Si!, Por fin... que duro fue esperar.

ELLA: ¿Quieres dejarme?

EL: ¡No! Ni siquiera lo pienses...

ELLA: ¿Tu me amas?

EL: Por supuesto, una y otra vez.

ELLA: ¿Alguna vez me has sido infiel?

EL: ¡Noo! ¿Cómo te atreves siquiera a preguntar eso?

ELLA: ¿Me besarías?

EL: En cada oportunidad que tenga...

ELLA: ¿Te atreverias a golpearme?

EL: ¿Estás loca? No soy ese tipo de persona.

Ella: ¿Puedo confiar en tí?

EL: Si.

Ella: ¡Mi amor!

DESPUÉS DEL MATRIMONIO:

¡¡¡ Ahora lee de abajo hacia arriba!!

lunes, 21 de abril de 2008

Me siento bien

Me desperté, y la luz entraba por la ventana, regando mi habitación. Miré a un lado, al otro, y no estaba. La tristeza me invadió, y me dieron ganas de llorar.

Sonó el teléfono, ¿o acaso era mi alma, quejandose? Vacilé, miré de nuevo el teléfono y desperté, y la vida me dió de nuevo una alegría. Era ella. Su voz, su timbre de voz, quejumbroso por no estar juntos, por no haber compartido el sueño. Y desperté.

Me duché, el agua tibia me despertó, y los músculos se reanimaron, y mis piernas pidieron caminar. Y la vida me devolvió la sonrisa. Me vestí tan rápido como buenamente pude. Y fuí a buscarla.

Y llegué, y desperté de mi pesadilla, porque por fín la volví a ver tras siglos de espera, tras unas horas de separacion que me hicieron huella. Y la ví, y la tomé de la mano, y juntos paseamos.

Las gotas de lluvia salpicaron mi pelo, y no me importó; el viento agitó mi espíritu, y no lo movió. La brisa del mar dibujó un suspiro frente a mí, y no entristecí.

Pasamos el día juntos, y las ideas de futuros proyectos derramaron mil recuerdos enlatados sobre mí, y me hicieron recordar que quiero que mi futuro sea ella. Y me sentí bien.

Almorzamos juntos, y nuevamente descubrí el sabor del mar, el sabor de la sal, y recordé haber probado ese sabor en su piel. Y me sentí bien.

Por la tarde paseamos por un mundo de divagaciones, por un mundo de sueños, y no recuerdo dónde ni cuándo estuve, pero la recuerdo a ella. Y por ello me siento bien.

Porque ayer sentí al fin que no estoy solo en el mundo, porque la tengo a ella. Y me ha costado mil noches en vela, un millón de lágrimas y una tristeza infinita. Pero me siento bien.

Porque sé que no estaré solo nunca más. Porque sé que la conocí un día cualquiera, y ese día se convirtió en mi fecha de nacimiento. Porque me enamoró una noche cualquiera, y esa noche volví a nacer. Porque me mostró el camino de los sueños, de la vida, y desde entonces no lo he abandonado. Y por ella me siento bien.

Y por ella me siento bien.

jueves, 17 de abril de 2008

Un atardecer cualquiera

Llueve. Miro por la ventana, y el horizonte se funde con el cielo. No se a ciencia cierta dónde termina el agua y dónde comienza el infinito... Me estoy volviendo loco. Tres días encerrado, y no hay nada que hacer. Estoy aburrido de la consola, de internet, de la radio, de todo.Miro al horizonte por la ventana, mientras contra los cristales rebotan miles de gotas de agua, suicidándose violentamente, tan desesperadas como lo estoy yo.
Me vuelvo y la veo en el sofá, viendo otro de esos insulsos programas del corazón... qué sutil manera de decir telebasura. Si al menos dejara de llover, podría salir a dar un paseo...
De repente, algo suena en mi cabeza, ese "clic" que despeja mi mente y me hace alcanzar ese estado de plena consciencia... ¿habrá algo? Sin decir ni pio, me voy hacia la puerta, cojo el impermeable y las llaves del coche. Justo cuando salgo por la puerta, escucho un débil "No te mojes"... si es que me conoce y sabe que necesito salir.
Bajo al garaje, me monto en el coche y lo arranco. Pongo rumbo a la playa, y en 4 minutos estoy allí. Maldita sea. Quince o veinte chavales desvistiendose a toda prisa, poniendose esos neoprenos escandalosos... si es que lo sabia. Con este tiempo sólo nosotros entramos al agua...
Sin apenas pensarlo, vuelvo a casa. Subo los escalones de dos en dos, de tres en tres. Salto en los rellanos, y cuando llego arriba, boqueando por la falta de aire, caigo en que podría haber cogido el ascensor... tranquilo, para bajar. Lo llamo y abro la puerta de la casa.
Entro como una exhalacion, directo a la habitacion de los trastos (si es que le costó comprender que ni loco dejaba la bici y mis tablas en el trastero, al alcance de un "cualquiera"). Al menos en eso sí que soy ordenado. La tabla en su funda, el invento puesto. El peine y la parafina en su bolsa, dentro de la funda. La mochila tiene traje, lycra, escarpines, toalla... ¿toalla? Si nunca consigo acordarme de ella antes de necesitarla... Ah, ella de nuevo.
Cojo todo como buenamente puedo, me dirijo a la puerta, y vuelvo a oir un débil susurro... "Pásalo bien, pero no cojas frio". Es un cielo. Pero mi trabajo me ha costado que lo comprendiera. Cuántas peleas, discusiones, malos ratos... todo por el surf, y hasta que no lo probó, y vió mi cara al coger cada ola, no lo comprendió. Desaparecieron las discusiones, peleas, malos ratos... todo. Y llegó al fin la comprensión. Sin surf no soy yo.
Al coche, esta vez en ascensor. Todo para adentro. Salgo demasiado rápido del garaje (paciencia... que te vas a matar un dia de estos). Llego a la playa, ya casi todos están con los neoprenos puestos. Yo, en lugar de desvestirme, me visto (prefiero pensar que mi indumentaria habitual son esos 3mm de neopreno negro como mi alma...). Saco la tabla de la funda. Meto todo en el maletero y cierro el coche. La llave al bolsillo interior (que gran invento ésto del bolsillo interior y las llaves de aluminio, se acabó el cordon al cuello), y para el agua.Voy andando hacia la orilla, fijandome en el horizonte. De veras que no se divisa la línea... Apenas me fijo en las caras. Hace mucho que veo caras nuevas. Soy de esos que cuando yo mismo empezaba, tachaba de "puretas". Joder, si apenas tengo 30 años... Todos han cambiado. ¿Donde están mis amigos? ¿Los compañeros del pico? Se han ido. Y sólo yo me resisto a abandonar el pico. Un día de estos me lo plantearé, y dejaré mi lugar a las nuevas generaciones... cada día mas radicales.
Me tiro al agua, y el primer contacto me hiela todo, mi corazon incluso parece resentirse... el frio, solo quien ha entrado al agua en pleno mes de enero lo sabe. Quien se queda en la orilla desconoce esta sensacion. Remo, al principio con dolor, poco a poco voy entrando en calor. Remo, remo, remo...
Llego al pico. Todo lleno de niñatos, con sus trajes de colorines. ¿Donde ha quedado el buen gusto? Joder, si es que soy un pureta... Miro al horizonte y allí la veo, la primera ondulacion... Aqui ni espero mi turno ni ostias, que para eso soy veterano. Remo, y reman conmigo 7 niñatos mas. Alguno apunta buena técnica... se fija... ése controla. El resto... cuidado con ellos. Remo, remo, remo...Sí, take off, sencillo pero fluido. Encaro la pared, y a jugar con la ola. Un par de gritos y alguno que planeaba saltarme la ola lo deja ante esa amenaza ininteligible: "Vaaaaaaaa"... ¿va que? Anda ya... Más fluido. ¿Para que saltar, para que joder la primera ola. Ésta se disfruta así. Ya tendrán tiempo de aprender a respetar al mar. La primera ola es para demostrarle al mar que sabes, para que luego te regale más y mejores olas. Y ellos aún no lo saben. Algunos jamás lo sabrán, y quizás uno o dos, lo descubrirán. Ésos serán los verdaderos surfers.
Termino, al agua de nuevo. Remo hacia el pico. Veo bullicio, y nostalgico, recuerdo cuando tenia 16 años y montaba una fiesta en el pico con los amigos... ¡Que tiempos aquellos! Sigo remando. Me voy haciendo mayor. Sigo remando... casi llego. Me queman los brazos. Definitivamente tengo que hacer algo mas de ejercicio.Me voy acercando al pico. Paso de la algarabia... yo a lo mio, que tanto niñato suelto es un coñazo. Me pongo de nuevo en el pico, sin respetar a nadie. A fin de cuentas, pocos me van a decir algo. Para eso sirve hacerse mayor, al menos te respetan...
De repente... voces. ¿Insultos? Me giro, y allí los veo: Matu, Gordo y Loco... Se dibuja una sonrisa en mi rostro. No puede ser... Hace ¿seis años? Mas o menos... quizás más. Remo todo lo rápido que puedo... "¿Que haceis aqui? ¡Cuanto tiempo!"... Es Matu quien responde... "¿Acaso pensabas que ibamos a dejarte una sesion tan buena, como la de diciembre del 97 en El Palmar, a ti solo? Venga yaaa"... Risas, hacia tiempo que no lo recordaba. Aque día si que fue bueno, los 3 en la playa (Loco no quiso venir). "¿Por que no me habeis avisado? Joder, me acabais de dar una alegría que ni te imaginas". "Estuvimos en tu casa, pero enseguida nos dijo Chiqui que te habias venido, asi que seguimos hasta aquí, ya sabes... en el coche siempre va el material". "Si, es que no me imaginaba que con las olas que hay tu estuvieras en casa" me suelta Gordo... "Hombre... la duda ofende"... (y para mi, me digo que no soy tan viejo, que el día que haya olas y no tenga ganas de entrar, será el día que me metan en el ataud, hay cosas que no cambian).
¿Que mas puedo decir? Una tarde de olas, de recuerdos, nostalgia y, sobre todo de amigos. Como es el surf. Siempre olas, recuerdos y amigos. Los mejore años de mi vida los he pasado con estos tres... ahora añoro cada sesion sin ellos. Vienen caras nuevas, a veces me encuentro con caras conocidas. Pero no es lo mismo... nunca volverá a ser lo mismo.
Si, sé por qué me vuelvo arisco estando encerrado... simplemente, porque hecho en falta el agua salada. Y quizás, tal vez, a mis amigos. Aunque sinceramente, los llevo en el corazón cada vez que vuelvo a entrar al pico, al de siempre, donde aprendí con ellos... Y aún hoy no sé si realmente mis tres amigos compartieron conmigo esa sesión, o realmente estaban en otra parte, quizás soñando con coger una última ola, en el pico, en nuestro pico.

viernes, 11 de abril de 2008

Lágrimas al amanecer

Despiertas con el amargo sabor salado en la comisura de los labios... "¿Has llorado esta noche?", te pregunta ella, mientras te acaricia el rostro con esa delicadeza que solo ella sabe aplicar. Te tocas las mejillas desconcertado, y descubres los húmedos surcos, pruebas irrefutables de que sí, has llorado, y ella lo ha descubierto antes de que pudieras hacer nada. Maldita sea, así no. Asi no...

Ella preocupada, se incorpora suavemente en la cama, y el camisón de verano delata las curvas, las mil curvas en las que te puedes perder, las ondulaciones de su cuerpo que te encanta recorrer con las yemas de los dedos. Te mira a los ojos preocupada, no sabiendo cómo reaccionar. Se intenta acercar. Y en ese mismo instante, te levantas bruscamente de la cama, dejandola a medio camino entre tú y la nada. La nada...

Vas al baño, abres el grifo del agua fría y sumerges las manos en el chorro revitalizante, frio, húmedo. Y con las manos rebosando agua, acercas tu cara. Es sencillo borrar esas huellas, muestra inequívoca de tu debilidad humana. A fin de cuentas, los chicos no lloran. Te miras en el espejo, y el silencio que inunda la habitacion es tan pesado como una losa de hormigón.

Por la ventana se filtra un rayo de luz, y el calor de un nuevo día te enseña lo que eres. Miras furtivamente la cama, donde ella sigue en la misma postura, con la preocupacion en el rostro, sin saber qué hacer, qué decir. Algo va mal. Y lo sabe. Teme perderte. Es lógico. Llevais juntos muchos años, quizás demasiados... quizás.

Respiras hondo, te giras y la miras directamente. Te acercas a la cama. Te sientas a su lado. Mezclas tus dedos con su sedoso cabello, usandolos a modo de peine, aunque el resultado sea totalmente el contrario... Te acercas apenas unos milímetros. Acción. Ella nota lo que has hecho, y se acerca los centímetros que faltan, y acerca sus labios a los tuyos. Reacción. Os besais. Os besais durante un rato, sin tocar nada que no sea el cuello y el rostro, sin intentar otra cosa distinta a besaros. Causa.

Tras un momento que resulta una eternidad, vuestros labios se separan. Ahora en su rostro se dibuja la alegría, o felicidad, o tranquilidad, o lo que sea. Paz quizás. Consecuencia. Te sonríe, y ves aparecer entre sus labios un esbozo de sus dientes. Sonries. Y se rompe el silencio... "¿Por que has llorado?"

"Porque soñé que no volvia a hacer surf nunca más."

Peter Pan



Un dia llega a mi la calma, mi Peter Pan hoy amenaza:

"Aqui hay poco que hacer". Me siento como en otra plaza, en la de estar solito en casa. Será culpa de tu piel.


Será que me habré mayor, que algo nuevo ha tocado este botón para que Peter se largue.

Y tal vez viva ahora mejor, más a gusto y mas tranquilo en mi interior, que Campanilla te cuide y te guarde.


A veces gritas desde el cielo queriendo destrozar mi calma, vas persiguiendo como un trueno para darme ese relámpago azul. Ahora me gritas desde el cielo, pero te encuentras con mi alma, conmigo ya no intentes nada, parece que el amor me calma.. me calma.


Si te llevas mi niñez llevate la parte que me sobra a mi. Si te marchas viviré con la paz que necesito y tanto ansié.


Mas un buen dia junto a mi parecía que quería quedarse aquí. No había manera de echarle.Si Peter no se quiere ir, la soledad después querrá vivir en mi. La vida tiene sus fases, sus fases.


A veces gritas desde el cielo queriendo destrozar mi calma.Vas persiguiendo como un trueno para darme ese relámpago azul. Ahora me gritas desde el cielo pero te encuentras con mi alma. Conmigo ya no intentes nada, parece que el amor me calma...


Y a veces gritas desde el cielo queriendo destrozar mi calma. Vas persiguiendo como un trueno para darme ese relámpago azul.


Ahora me gritas desde el cielo pero te encuentras con mi alma. Conmigo ya no intentes nada, parece que el amor me calma.. me calma.


Cuando te marches creceré, recorriendo tantas partes que olvide. Llegó mi tiempo ya lo ves, tengo paz y es el momento de crecer. Si te machas viviré con la paz que necesito y tanto ansie.


Espero que no vuelva más, que se quede tranquilito como esta, que el ya tuvo bastante. Fue tiempo para no olvidar, la zona mala quiere ahora descansar, que Campanilla te cuide...

... y te guarde.


jueves, 10 de abril de 2008

Frases célebres de García Marquez

Sin duda, uno de los mejores escritores contemporáneos. Quien no haya leido "Cien años de soledad" se pierde una de las obras más fascinantes de la literatura universal.
Para muchos, García Marques es un gran escritor, pero sin duda, a veces leemos una frase suya, que cambia nuestra manera de pensar, o al menos nos hace reflexionar. Es por eso que se merece al menos mi respeto.
He aquí algunas muestras:
- "Hay que ser infiel, pero nunca desleal."
- "Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe."
- "No llores porque ya se terminó... sonríe, porque sucedió."
- "El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta."
- "Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser."
- "Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez."
- "La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada."
- "La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir."
- "Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no."
- "No tenemos otro mundo al que podernos mudar."
- "Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar."
- "La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener."
- "Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo."
- "No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo."
- "El amor se hace más grande y noble en la calamidad."
- "No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible."
- "El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno."
- "Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata."
- "Las mujeres sólo se entregan a los hombres de ánimo resuelto, porque les infunden la seguridad que tanto ansían para enfrentarse a la vida."
- "La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado."
- "El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad."
- "El sexo es el consuelo que le queda a uno cuando ya no le alcanza el amor."
- "Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre."
- "El afán de querer olvidarte es mi mayor ímpetu para recordarte."

miércoles, 9 de abril de 2008

"El dolor es temporal. El orgullo dura toda la vida."

Una frase que tradicionalmente ha sido atribuida a los US NAVY Seals... pero que bien puede ser usada en cualquier deporte o en la vida misma. El cómo la apliquemos, ya es cosa de uno mismo.

jueves, 3 de abril de 2008

¿Por que somos tan diferentes?

Surfer. ¿Quien es surfer?

¿El que coge mas olas al cabo del año? ¿El que viaja mas lejos en busca de la cabalgada perfecta? ¿El que sueña con ganar algun dia el Pipe Masters?

Cada uno sueña, espera, desea, ansia del surf lo que cree mas importante. Para unos es una volada impresionante, para otros es el reconocimiento internacional, para otros tantos, simplemente disfrutar del mar. Yo me incluyo entre esos. No me importa que el compañero del pico haga voladas mas altas y largas que las mias, ni que los reentrys del otro sean con mayor estela. No me importa que mientras yo cojo cinco olas, otro coja quince. No me averguenza entrar con mi sobrinito novato al agua, porque se merece el mismo respeto que Andy Irons. Mi tabla tiene ya sus añitos, pero no me molesta que este amarillenta (es ese toque "añejo" que nos regala el mar...).

Pero, ¿que es lo que nos une? ¿Que hay que nos hace vivir la misma sensacion al entrar al agua? Da igual que estemos en Jaws, en Sopelana, Mundaka, El Palmar o en cualquier secret... en cada remada, vivimos, sentimos la vida fluir por nuestros cuerpos, sentimos que el mar nos dice "Aqui te ayudo yo...", el frio no nos importa, pues estamos haciendo lo que otros ni se atreven a soñar, las rocas en la orilla son un paisaje, no un peligro. El frio... el frio duele, y te hace sentir vivo.

Da igual que seamos de España, Francia, Portugal o Australia, todos sentimos lo mismo al coger nuestra primera ola, y la sonrisa que se dibuja en nuestro rostro es la misma. Y cuando volvemos a comentar esa primera ola diez años después, se vuelve a dibujar en nuestros rostros, ahora surcados por arrugas, esa sonrisa. Hablamos de aventuras, de sensaciones, con los amigos, entre cervezas, pero la mayoria no lo entiende. Hemos madrugado, estado en el pico hasta caer la noche. Hemos reido con los amigos, reñido con la pareja, soportado la incomprension, vivido la vida... llorado de dolor, preocupados por el estado del mar.

Donde otros temen bregar, nosotros disfrutamos. El mar picado es nuestro.

Nos cruzamos con otros que viven y sienten lo mismo en distintos puntos del planeta, y siempre hay quien dice que somos solitarios, egoistas, incluso, queremos ser una comunidad, pero a la vez, somos locales (radicales o no, pero locales), hablamos de compañerismo, pero al novato lo queremos en la espumilla, que alli no molesta a nadie, y si no aprende, eso es cosa suya. Todos reconocemos nuestro nivel, pero no recordamos que una vez aprendimos.

¿Somos diferentes? yo creo que no, que somos lo mismo, con distitno color de pelo, sexo, habla, pero lo mismo. Si quitamos a los "surfers de verano", a los "surfers de palo", descubrimos que los que quedamos, los que realmente sentimos el mar, SOMOS LO MISMO. ¿A que viene tanto jaleo por un spot masificado si los que estamos sabemso disfrutar y respetamos a los demas por igual?

La pregunta inicial creo que ya tiene respuesta: somos tan diferentes porque en realidad somos iguales.

Un abrazo a tod@s l@ herman@s del pico.

miércoles, 2 de abril de 2008

Usa protector solar

Este video lleva bastante tiempo en internet. No conozco a nadie que lo haya visto y no le haya gustado.

El mensaje es bellisimo, y a todos nos puede venir bien alegrarnos un poco en un mal dia, asi que aquí va...



Damas y caballeros de la clase del 97:

Usen protector solar.

Si pudiera ofrecerles un solo consejo para el futuro, sería el uso del filtro solar. Sus beneficios a largo plazo se han demostrado científicamente, El resto de mis consejos están basados sólo en mi propia experiencia. Se los daré ahora.

Disfruta del poder y la belleza de tu juventud.

No importa…

Nunca entenderás el poder de la belleza de tu juventud hasta que se haya ido. Pero créeme, dentro de 20 años verás atrás a través de las fotos y comprenderás de una forma que no puedes hacerlo ahora cuantas posibilidades se te abrieron y lo fabuloso que te veías. No estás tan gordo como piensas.

No te preocupes por el futuro.

O preocúpate, pero debes saber que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra mientras masticas goma de mascar. Los problemas que realmente son importantes en tu vida nunca pasarán por tu mente, tipo aquellos que no se te ocurrirían a las 4 de la tarde de un martes sin nada que hacer.

Haz todos los días algo que te asuste.

Canta.

No trates los sentimientos de los demás de forma irresponsable. No toleres a aquellos que tratan irresponsablemente tus sentimientos.

Relájate.

No pierdas tu tiempo con los celos. A veces ganarás, a veces perderás. La carrera es larga y al final tienes que contar contigo mismo.

Recuerda los halagos que recibes. Olvida los insultos. (Si alguien logra tener éxito haciendo esto, que me diga como). Guarda tus viejas cartas de amor. Deshazte de tus viejos estados de cuenta bancarios. Estírate.

No te sientas culpable si no sabes que hacer con tu vida. Las personas más interesantes que he conocido, no sabían a los 22 que hacer con sus vidas. Algunas de las personas más interesantes de 40 años que conozco aún no saben que hacer.

Toma mucho calcio.

Se amable con tus rodillas. Sentirás su falta cuando no te funcionen más.

Tal vez te casarás, tal vez no. Tal vez tendrás hijos, tal vez no. Tal vez te divorcies a los 40.
Tal vez bailes la danza del pollo en tu 75 aniversario de bodas.

No importa lo que hagas, no te enorgullezcas demasiado, ni te critiques tanto. Tus opciones tienen 50% de ser acertadas, como la de todos los demás.

Disfruta tu cuerpo. Úsalo de todas las formas que puedas. No temas lo que otras personas piensen. Es el más grande instrumento que tendrás jamás.

Baila. Aunque el único sitio que tengas sea el salón de tu casa.

Lee siempre todas las instrucciones, aunque no las sigas. No leas revistas de belleza. Sólo te harán sentir feo.

Conoce a tus padres. No sabes la falta que te harán cuando ya no estén. Se amable con tus hermanos. Ellos son tu mejor enlace con tu pasado, y las personas que más estarán contigo en el futuro. Entiende que los amigos van y vienen, pero hay un puñado de ellos que debes cuidar con cariño.

Trabaja duro para superar los obstáculos geográficos y los de la vida, porque cuando más viejo te pongas, más necesitarás a las personas que conociste en tu juventud.

Vive en una gran ciudad alguna vez. Pero múdate antes que te endurezcas. Vive en el campo alguna vez. Pero múdate antes que te vuelvas muy suave.

Viaja.

Acepta que hay ciertas verdades eternas. Los precios van a subir, los políticos son mujeriegos, y tú también vas a envejecer. Y cuando haya sucedido, vas a fantasear que cuando eras joven, los precios eran razonables, los políticos eran nobles y los niños respetaban a sus mayores.

Respeta a tus mayores.

No esperes que alguien te ayude. Tal vez tengas un fondo fiduciario. Tal vez te cases con alguien rico. Pero nunca sabrás cuando puede desaparecer.

No te hagas demasiadas cosas en el cabello, o con el tiempo cuando tengas 40, parecerá el de alguien de 85.

Se cuidadoso con los consejos que recibes. Pero se paciente con los que te los dan. Aconsejar es una forma de nostalgia. Darlos es una manera de pescar el pasado, limpiarlo, esconder las partes feas y reciclarlo, dandole un valor mayor del que realmente vale.

Pero créanme en lo del protector solar.

Dudas nocturnas que me corroen

Aburrido pensando en que mañana a las 7 comienza un nuevo día para mí, con la rutina de todos los dias, igual que el lunes, el martes, el miercoles, el jueves... Solo los fines de semana son distintos, y simplemente porque me niego a pensar en el trabajo, en lo que dejé sin hacer el viernes, ni en lo que me espera el lunes a primera hora...

Todos los días igual, así día tras día, hasta llegar a la semana, semana tras semana, hasta llegar al mes. ¿Que me aporta el trabajo? Indudablemente satisfaccion personal, algo de dinero (nunca es suficiente... los precios están por las nubes) y la sensación de autosuficiencia. ¿Era esta la vida que quería llevar? ¿Era este mi futuro soñado? Rotundamente: NO.

Hace mucho tiempo, cuando aún podía permitirme el lujo de soñar despierto, me aislaba de la realidad en clase de fisica y quimica (a la postre no me ha servido de nada aprender a formular) y pensaba, soñaba, con viajar por el mundo, conocer lugares, gentes, tradiciones... y spots. El video promocional de Rip Curl me caló hondo... "The search"... ¿pero qué queria buscar yo? ¿que anhelaba encontrar? Cambiaría mi vida actual por vivir la experiencia de viajar en busca de olas, por conocer rompientes de coral, de roca volcánica, o simplemente de arena blanca e inmaculada... Llegar a un pueblo con la mochila y la tabla en la funda, despertar cada amanecer en la playa, junto a mi tabla, frente a un pico imponente, bello y aterrador.

Cuando aun podía soñar (ya lo he dicho con anterioridad), mi deseo era conseguir una furgoneta y viajar, viajar en busca de las olas. ¿Y que me queda? ¿que deseaba yo? ¿que necesitaba? Cada amanecer que he entrado desde entonces al mar, cada vez que me he puesto el neopreno y calzado los escarpines, me he hecho a mi mismo esa pregunta... y aun no le encuentro respuesta. Soy diferente a los demás, a veces incomprendido, a veces rarito, simplemente porque cuando otros sienten que el frio les cala los huesos, yo me atrevo a enfundarme en un traje de goma y meterme al agua, porque deseo con todas mis ganas que el mar se revuelva furioso, lo contrario de lo que desean los pescadores de mi pueblo, de mi tierra...

¿Pero que es eso que yo busco y no encuentro? ¿Hay algo que me incite a entrar una vez y otra más al agua, en busca de mis límites, tanto físicos como emocionales? ¿Que me llama tanto la atencion como para pillar un resfriado, como para arriesgar mi vida? ¿Que anda mal en mi cabeza para sentir la fascinacion que siento por este modo de vida? Como todas las noches, me voy a la cama con mil preguntas en mi mente, agolpándose esperando la ansiada respuesta... lo malo es que llevo ya 12 años sin encontrar esas respuestas... ¿o quizás si? A veces, un hilo de luz atraviesa las tinieblas de mis dudas, y me deja claro el porqué de todo lo que hago, el porqué de mi necesidad... ¿que busco en cada sesión? ¿que he perdido y necesito encontrar...? Resulta tan evidente que da risa pensar en la respuesta... ME BUSCO A MI MISMO, NECESITO ENCONTRARME EN LA ROMPIENTE, EN EL MAR.

Es cierto que en nuestra composicion predomina el agua... el agua salada...

Proverbio árabe

No digas todo lo que sabes,
no hagas todo lo que puedes,
no creas todo lo que oyes,
y no gastes todo lo que tienes.

Porque el que dice todo lo que sabe,
el que hace todo lo que puede,
el que cree todo lo que oye,
y el que gasta todo lo que tiene;

muchas veces,
dice lo que no conviene,
hace lo que no debe,
juzga lo que no ve,
y gasta lo que no puede

Cuando nadie me ve

Cuando nadie me ve, lloro desconsolado. Cuando nadie me ve,me desespero. Cuando nadie me ve, siento que cada segundo que pasa lacera mi maltrecha alma. Cuando nadie me ve, recuerdo lo pasado hasta ahora y veo reflejada en mi cara la desilusion.

Cuando nadie me ve, aprovecho para dormirme, y quizás soñar con no volver a despertar. Porque si algo he descubierto hasta ahora es que si no estuviera presente, pocos me echarian de menos, y el que mas me añoraria, sería mi perro. Y es con el sueño de la unica manera que alcanzo la paz, que soy quien quiero ser, que digo y hago lo que me apetece, lo que necesito decir y hacer. Porque cuando despierto, la mordaza vuelve a atar mi lacerante boca, impidiendome clamar a los cuatro vientos la desilusion y el desconsuelo que me llenan, que rebosan de mi alma pudriendo mi vista.

Cuando nadie me ve, triunfo, porque soy yo, y no debo nada a nadie, ni debo contenerme ante nadie. Destaco como un haz de luz en una noche cerrada, como un faro en medio de una tempestad. Vuelo por sobre las nubes, y miro hacia abajo y veo mi insignificante ser, mi maldita existencia y me regodeo por haber abandonado mi fatigado cuerpo, mi desgastada alma. Y vuelo, y soy yo. Al menos una vez puedo ser yo mismo, sin aditivos, sin tapujos, sin miedo a nada ni a nadie, sin temor a decir lo que pienso porque puedo hacer daño. Y vuelo, y soy mas yo que nunca, porque nunca he sido yo si no vuelo.

Cuando me pierdo entre dos briznas de hierba, mimetizandome con ellas, descanso. Respiro hondo y miro al horizonte, y veo a mi perro moviendo la cola y ladrando de felicidad. Y lloro desconsolado porque lo dejo solo y el aún no lo sabe. ¿Que hago? Adonde voy, él no puede seguirme, por mas que lo intentará. Porque he descubierto que es mi único gran amigo, que no necesito hablarle para que me entienda, ni mirarlo para que me comprenda. Porque de mi mano sale el don mas preciado que tiene: una caricia. Porque de su cara sale el don mas preciado que jamás tendré: sinceridad.

Cuando me pierdo en mis pensamientos, mi aflicción se calma. Y la tormenta que hierve en mi interior se aplaca. Y vuelo. Y soy feliz. Porque cuando me pierdo en mis pensamientos, me encuentro a mi mismo, sin tapujos, sin aditivos, y me veo siendo yo mismo, al fin yo. Y vuelo. Y voy camino de Avalon, donde reposan los valientes y nobles de corazon, donde debiera reposar por siempre jamás. Porque me siento roto por dentro y necesito volar, huir de mi para ser yo.

Estoy cansado de ser yo mismo, sin ser yo. Estoy cansado de tanta hipocresia que me rodea, de besos frios, de caricias falsas, de palabras de cariño que pretenden herirme, de besos no dados, de sonrisas forzadas. Estoy deshecho por dentro, y necesito volar, que el aire purifique lo poco que queda de mi maltrecha alma. Porque necesito volar para ser yo. ¿Y como puedo volar? Soy tan desdichado y miserable que ni siquiera se escapar de mi mismo. Y lloro desconsolado, porque nadie me ve. Salvo yo mismo. Y me repugna llorar. Pero no puedo escapar.

martes, 1 de abril de 2008

El orgullo de ser gaditano

El gaditano no te llama por teléfono: te da un toque.
El gaditano no dice hola: te dice ¡que pasa pisha!
El gaditano no se cae: se mete un carajazo
El gaditano no se enamora: está pillaísimo
El gaditano no trata de convencerte: Te raya
El gaditano no se lanza: Se embala
El gaditano no besa: Te da un morreo
El gaditano no tontea con una chica: está de mamoneo
El gaditano no bebe mucho: Se pone ciego
El gaditano no es que no entienda: no lo coge
El gaditano no te da la espalda: Te manda ar carajo
El gaditano no te llama la atención: ....quiillo, pisha!!
El gaditano no acaricia: soba
El gaditano no molesta: da por culo
El gaditano no te golpea: te mete una hostia
El gaditano no trabaja a tiempo parcial: tiene un currito
El gaditano no tiene amantes: tienes dos o tres pibitas
El gaditano no se impresiona: lo flipa
El gaditano no orina: se mea (ande puede)
El gaditano no sufre de diarrea: se caga por la pata abajo
El gaditano no va rápido: va a carajo sacao
El gaditano no se va del lugar: se pira
El gaditano no duerme: se queda sobao
El gaditano no se rie a carcajadas: se escojona
Al gaditano no le surge un problema: le cae un marrón de cojones
El gaditano no te pide que lo lleven : pide que lo acerquen
El gaditano no es un presumido: es un chuloplaya
El gaditano no es un insensato: es un carajote
El gaditano no toma el autobús: pa qué si está tó al lao, voy a pata
El gaditano no es buena persona: es buena gente (¿personalidad múltiple?)
El gaditano no es un tipo tranquilo: es un lacio
El gaditano no es despitado: está acarajotao
El gaditano no es un gandul: es un juancojones
El gaditano no hace algo mal: la caga
El gaditano no liga: se come un rosco
El gaditano no pierde el tiempo: esta mamoneando
El gaditano no dice tardaré en bajar: dice ahora bajo (y te puedes quedaresperando)
El gaditano no habla claro: te lo dice to a la puta cara
El gaditano no esta cansado: esta reventao
El gaditano no ve a una chica fea: ve un choco
El gaditano no te dice que estás equivocado: te dice "te quié í yaaaa..."(traducción: ¿te quieres ir ya... al carajo?)
El gaditano para decir que sí no niega dos veces; niega tres: "'¡no ni ná!"
El gaditano no se enfada : se rebota
Al gaditano no le sale algo mal: se le va tó a la mierda.
El gaditano no es sencillamente genial: el gaditano es la polla!!!

Me siento solo

Me siento solo, aunque estoy rodeado de personas. Me siento solo porque nadie sabe lo que siento, porque nadie siente lo que siento. Me siento solo porque me han defraudado, porque me he engañado. Me siento solo porque tengo ganas de llorar, pero no soy capaz de derramar una sola lágrima, me siento desdichado porque siento que me han abandonado: la esperanza, la ilusion, la alegría.

Me siento solo porque incluso la inspiracion me ha abandonado. La felicidad me rehuye, la tristeza me acosa... y me voy dejando llevar.

Me siento cansado porque no consigo levantar el vuelo, porque siento que cada aleteo que intento dar para elevarme, es un inutil intento de sobrevivir. ¿Por que me siento tan desdichado? ¿Por que siento que no tengo posibilidades de ser mas yo?

Hoy me siento solo, y nadie me puede ayudar. Ni siquiera quien mas creía que me iba a apoyar es capaz de creer en mi... Supongo que eso es lo que mas me duele, que ella no crea que puedo ser capaz.

Gracias al menos a que mi padre está ahí, que nunca se aleja de ese acantilado al que a veces me veo abocado... suerte que siempre me vigila constante, que me sonrie cuando lo necesito, que rie cuando yo lloro, y corta asi mis lagrimas. Gracias a que me toca el hombro cuando necesito el contacto humano, que me anima cuando me ve desfallecer, que me hace reir cuando quiero llorar. Es cierto que no hay mas amigo que un padre, al menos el mio lo es. Y siempre lo será.

¿Por que me siento solo? Supongo que porque lo estoy. Hoy es un dia malo para mi, y necesito escribir... aunque solo sea para desahogarme conmigo mismo. Y es que me siento tan abandonado. ¿Acaso nunca piensan en lo que los demas pensamos? Es tan facil atacar, intentar desbaratar un sueño... y es tan dificil creer en montar dicho sueño. Supongo que de esto saldré mas fuerte, como siempre me ha pasado, como siempre he hecho... pero me siento tan solo en este mundo que me llena de oscuridad, que el desaliento me hace su presa, me atrapa, me devora.

¿Que sera de mi? Probablemente volveré a ser yo... pero ahora se muere una parte de mi, una parte que no volverá jamás...