miércoles, 2 de abril de 2008

Dudas nocturnas que me corroen

Aburrido pensando en que mañana a las 7 comienza un nuevo día para mí, con la rutina de todos los dias, igual que el lunes, el martes, el miercoles, el jueves... Solo los fines de semana son distintos, y simplemente porque me niego a pensar en el trabajo, en lo que dejé sin hacer el viernes, ni en lo que me espera el lunes a primera hora...

Todos los días igual, así día tras día, hasta llegar a la semana, semana tras semana, hasta llegar al mes. ¿Que me aporta el trabajo? Indudablemente satisfaccion personal, algo de dinero (nunca es suficiente... los precios están por las nubes) y la sensación de autosuficiencia. ¿Era esta la vida que quería llevar? ¿Era este mi futuro soñado? Rotundamente: NO.

Hace mucho tiempo, cuando aún podía permitirme el lujo de soñar despierto, me aislaba de la realidad en clase de fisica y quimica (a la postre no me ha servido de nada aprender a formular) y pensaba, soñaba, con viajar por el mundo, conocer lugares, gentes, tradiciones... y spots. El video promocional de Rip Curl me caló hondo... "The search"... ¿pero qué queria buscar yo? ¿que anhelaba encontrar? Cambiaría mi vida actual por vivir la experiencia de viajar en busca de olas, por conocer rompientes de coral, de roca volcánica, o simplemente de arena blanca e inmaculada... Llegar a un pueblo con la mochila y la tabla en la funda, despertar cada amanecer en la playa, junto a mi tabla, frente a un pico imponente, bello y aterrador.

Cuando aun podía soñar (ya lo he dicho con anterioridad), mi deseo era conseguir una furgoneta y viajar, viajar en busca de las olas. ¿Y que me queda? ¿que deseaba yo? ¿que necesitaba? Cada amanecer que he entrado desde entonces al mar, cada vez que me he puesto el neopreno y calzado los escarpines, me he hecho a mi mismo esa pregunta... y aun no le encuentro respuesta. Soy diferente a los demás, a veces incomprendido, a veces rarito, simplemente porque cuando otros sienten que el frio les cala los huesos, yo me atrevo a enfundarme en un traje de goma y meterme al agua, porque deseo con todas mis ganas que el mar se revuelva furioso, lo contrario de lo que desean los pescadores de mi pueblo, de mi tierra...

¿Pero que es eso que yo busco y no encuentro? ¿Hay algo que me incite a entrar una vez y otra más al agua, en busca de mis límites, tanto físicos como emocionales? ¿Que me llama tanto la atencion como para pillar un resfriado, como para arriesgar mi vida? ¿Que anda mal en mi cabeza para sentir la fascinacion que siento por este modo de vida? Como todas las noches, me voy a la cama con mil preguntas en mi mente, agolpándose esperando la ansiada respuesta... lo malo es que llevo ya 12 años sin encontrar esas respuestas... ¿o quizás si? A veces, un hilo de luz atraviesa las tinieblas de mis dudas, y me deja claro el porqué de todo lo que hago, el porqué de mi necesidad... ¿que busco en cada sesión? ¿que he perdido y necesito encontrar...? Resulta tan evidente que da risa pensar en la respuesta... ME BUSCO A MI MISMO, NECESITO ENCONTRARME EN LA ROMPIENTE, EN EL MAR.

Es cierto que en nuestra composicion predomina el agua... el agua salada...

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