lunes, 5 de mayo de 2008

Hoy he soñado

Amanece, que no es poco. El reloj maldito me devuelve a la vida, a la rutina. Anoche me acosté sin saber qué iba a soñar. Estaba cansado y no sabía en qué rio me perderían mis ensoñaciones. Y eso me hace sentirme feliz.
Hay mas mundos aparte del que vivimos, del que nos toca soportar. Y en mis ensoñaciones he conocido mil mundos, un millon de civilizaciones. Como decía el anuncio, he viajado hasta la tercera estrella de Orión, dormido en la primera luna de Saturno, he compartido lembas con los elfos de Lórien, temblado al ver al temible Balrog, y acompañado a Gandalf en su caida hacia el abismo, y he conversado con el moribundo Gandalf el gris, y visto nacer mil noches al poderoso blanco. He remado junto al capitán Acab en busca de la escurridiza Moby Dick, y he nadado junto a la blanca sombra jugando con los sentimientos de un viejo marinero obsesionado con darle caza.
He despegado mil veces con Jack Ryan, desmantelando conspiraciones contra Estados Unidos, me he colado cien noches en el Octubre Rojo, y navegado por el profundo mar con Marko Raimius. He visto nacer a John Terrence Kelly, y he vivido su muerte y el renacimiento del señor Clark. Fowler, Moore, Ritter... son agua pasada.
He conocido la identidad secreta de Clark Kent, Peter Parker y Bruce Wayne. Y he cenado en la casa de Tony Stark. Y he calmado en noches mas largas de lo esperado a mi amigo Jason Bourne.
Me he tomado varios martini con vodka agitados, no batidos junto con mi compañero de estudios James. He esquiado con él en los Alpes, donde murieron sus padres; he conducido su DB5, y el Vanquish. El Z8 se destruyó antes de que lo probara... igual que otros tantos. Abandoné el ejercito el día en que fue ascendido a comandante.
He vivido una larga temporada en Macondo, junto con mis amigos los Buendía. Y antes de endurecerme mas de la cuenta, me volví a trasladar, esta vez a la inhóspita Narnia. El frío me pudo, y volví a mudarme. Ahora no se exactamente dónde estoy.
He volado con capa roja, detenido las balas con solo mi pensamiento tras haber tomado la pildora roja. He dado la vuelta al mundo en nada mas que 79 días. Y muerto mil veces en las cruzadas.
He vivido en el antiguo Egipto con mi amigo Isaac como vecino. Y despertado la cólera de los dioses del Olimpo. En Roma, conquisté junto a Julio las galias, y ví cómo Marco Aurelio se esforzó por doblegar a los germanos... y qué razon tenía: al final éllos nos doblegaron.
He visto nacer mil historias, navegado en mil barcos, dormido a la intemperie, curtido mi piel al sol, sufrido el frío, la sed y la agonía. Millones de balas han silbado rozando mi cabeza, y ocho veces detuve el contador de una bomba a 4 segundos de la explosión. Una vez explotó, pero no recuerdo mas que ese fogonazo de luz.
Pero sobre todo, mis sueños me han llevado a un lugar, repetidamente, tantas veces que ya no recuerdo el numero, tantas veces que conozco ese lugar como la palma de mi mano. He surcado las orillas de mi playa, recorrido las olas con la mirada. He nadado mil veces hasta el arrecife, buceado un rato, pescado. Pero jamás he surfeado. Es la playa de mi memoria, de mi imaginacion. A ésa le guardo otro destino.

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