martes, 23 de junio de 2009

Mil recuerdos por segundo

No se cuando oí, o leí, qué mas da, por primera vez aquello de "La vida es aquello que va sucediendo mientras tu te empeñas en hacer otros planes"... Me marcó aquella frase de John Lennon. No por quien la pronunció, sino por el significado trascendente que se oculta tras la misma. Ahora tengo 30 años, y ya he dicho hasta la saciedad que me hubiera gustado ser otro tipo de persona. No, ni mas alto, ni mas bajo, ni mas delgado, ni mas gordo... otro tipo de persona.
¿Pero quien soy? Evidentemente, soy yo. Ni mas ni menos. Mis defectos (que son muchos) y mis virtudes (que son pocas) conforman mi ser. ¿Solo eso? Rotundamente no. Tambien forman parte de mi ser mi familia, mis amigos, mi compañero Bilbo (si, mi westy), y mi primera mascota, Rambo (algún día contaré el porqué de ese nombre...). Pero tambien forman parte de mi esa cicatriz que tengo en la espalda, las tres de la frente (las rocas son mas duras que mi cabeza, aunque mi padre se haya esforzado durante 30 años en hacerme creer lo contrario, y aun hoy, siga convencido de que tengo la cabeza mas dura que una piedra). Forman parte de mi mi primera bicicleta, y mi primer monopatin (gracias papá). Forman parte de mi mi primer reloj (hermanita, gracias por aquel Casio tan molón, distinto del F-91W, que es mítico), mi primer colgante, mi primera pulsera (no fardaba yo nada con una pulsera de hilo... comun a todas, si, pero esta venia de Mexico... gracias nuevamente hermanita), forma parte de mi mi primera moto, y la actual. Mi tabla de surf, mi bodyboard, mis trajes, mis cometas... en fin, casi todo. La ropa, creo que nunca ha formado parte de mi...
Pero tambien componen una parte de mi un millón de recuerdos. Un atardecer tras una sesion en una playa concurrida, junto con los amigos de toda la vida (curiosamente, ya no lo son, o lo son, pero solo en el corazon). Forma parte de mi la roca en la que destrocé por primera vez mi tabla, con mi mosqueo monumental, la "pequeña lulú", en Caños de Meca... aun hoy dia, mas de 15 años después, no he vuelto a esa playa... y la tengo cerca. Forman parte de mi las sesiones en Yerbabuena (quien sea del sur y no haya surfeado la derecha mas larga de Andalucia... él se lo pierde). Forma parte de mi el recuerdo de un dia de diciembre, con una lluvia torrencial, surfeando con Isra, Cisco y Amaya en El Palmar... aquel dia pasé frio, pero mereció la pena, porque era un 24 de diciembre, y estabamos los 3 solos en el agua. Forma parte de mi el sentimiento cuando mi ahijado me dijo que queria surfear, y luego cuando se compró su tabla, y cuando por primera vez fuimos a El Palmar, con olas de apenas 50 cm, a probar como surfea. Y apunta. Será mejor que todos vosotros. Ya es mejor que yo... Tambien forman parte de mi las tristezas: cuando ves un amigo marcharse a un lugar del que nunca va a volver, cuando tu vida peligra, cuando te golpeas con las rocas en Portugal, cuando en Marruecos pillas gastroenteritis, cuando te pilla una corriente y te arrastras a las rocas, y durante una hora remas desesperado. Cuando me golpeé haciendo el take off en Zahora, y perdí el conocimiento, curiosamente forma parte de mi, pero no lo recuerdo.
Son parte de mi los amaneceres surfeando, y las puestas de sol en el agua. Son parte de mi los golpes con el labio de la ola, y la arena, al surfear orilleras. Quien no lo ha probado, no sabe lo divertido que es. Quien lo ha probado, sabe lo duro que resulta. Son parte de mi las laceraciones de un sedal de pesca, y los 3 anzuelos que se me clavaron en el brazo derecho. La pierna rota de Curro haciendo un reentry es parte de él, pero ayudarlo a salir del agua, es parte mia. La rotura fibrilar de mi rodilla derecha es una parte importante de mi (aun hoy en dia, a veces me recuerda que sigue ahí...), y Juanma, ayudandome a salir del agua, tambien forma parte de mi (gracias amigo, sin ti lo hubiera pasado aun peor).
Cuando me vaya de este mundo, me llevare un millón de kilometros surfeados. Mil cicatrices sin importancia. Y diez millones de recuerdos. Si me hablas de surf, mi mente se embota con mil recuerdos por segundo. Y no lo puedo evitar, pero sonrio. Sonrio por lo que he vivido, por lo que he sentido.He sentido el mar ayudandome a salir de un roqueo. He sentido la furia del mar contra mi cuerpo cansado, y a la vez su animo para que remontara el pico. He sentido los primeros rayos de sol en la cara, helado en pleno agosto a las 6.37 de la mañana haciendo surf. He sentido el golpe de mi tabla mil veces. El invento enrollandose en mi cuello. La picadura de mil medusas. Una vez me picó un pez araña, pero no estaba haciendo surf. He surfeado entre delfines, y una orca ha saltado a escasos 3 metros de mi. Me asuste. Sinceramente, me cagué. He conocido a mil personas haciendo surf, algunos buenos, otros malos. Treslocales bordes, y uno se fue con dos dientes menos.
Recuerdo una vieja camiseta azul, unos vaqueros desgastados, chanclas y una cerveza, en una terracita de verano. Mirar al mar y ver olas a las 2 de la mañana. Y correr a casa, y en 20 minutos estar los cuatro de siempre surfeando. Si, un sabado a las 2 de la mañana ¿alguien da mas?.
Mi vida no será lo que yo quise que fuera, pero lo que es no me desagrada. Ahora que me pongo a pensarlo, tras mas de 16 años de surf, llego a la conclusion de lo que realmente es mi vida. Mi vida es surf. Y no me molesta lo mas minimo. A fin de cuentas, uno nunca está contento consigo mismo, pretende ser una persona cuando en realidad, a lo largo de su vida, ha demostrado ser otra. ¿Os suena?
Buenas olas.

2 comentarios:

Fits dijo...

Esta entrada es todavia mejor que la posterior; si, raro, he empezado por la mas reciente :) Me gusta como escribes. ¡Saludos!

Dtranki dijo...

Muy buenas entradas.
Mientras escojo la tabla más idonea para mi aprendizaje en este nuevo mundo que creo que ha llamado a mi conciencia, voy encontrando nuevas palabras que me guian por la marea de mi autoconocimiento.
Gracias.

SALUD